EL GOBERNADOR
Que hizo desnudar seis Señoritas delante los soldados

  Se violenta dentro el pecho
el corazon indignado
ante el hecho que ha pasado
en un pueblo mui estrecho
el que esté enfermo en el lecho
no lea esto por favor
i si el curioso lector
compra en la calle este verso
léalo despues de almuerzo
o no lo léa mejor.

  Dios decienda de la altura
i modere mi ardimiento
que es tanto mi sentimiento
delante de esta accion dura;
que creo que a la cordura
vá a remplazar el rencor;
lleno de ira i de dolor
principio a hacer el relato
del mas feroz desacato
que hizo un Gobernador.

  ¡Cinco ánjeles dorados
cinco bellezas de notas
exhibiéndose empelotas
delante de los soldados!
¿como es que existen malvados
que hagan tanta felonía
¿como sucede esto hoi dia
en el siglo de las luces?
¡por Cristo! yo me hago cruces
aunque mi lector se ria.

  He visto a un padre enfermizo
por consejos o acertijos
chupar la sangre a los hijos
sin pedir a Dios permiso;
sé que Edipo lo que quiso
hizo en su madre Yocasta,
sé que Neron no se basta
i abrió el vientre de su madre
i aunque, lector, no te cuadre
yo sè de esto una canasta.

  Pero estos hechos pasaban
aunque eran monstruocidades
en épocas i en edades
que las culebras hablaban;
hoi que los pueblos se alaban
de luz, órden i armonía
¿cómo es que con sangre fria
se hacen hechos tan salvajes
que solo se vé en los viajes
por Siberia o Cafrería.

  Despues de esta introduccion
juro ser todo verdad
i de esta horrible maldad
empiezo la narracion:
se halla en revolucion
i casi en completa ruina
una provincia arjentina,
el Estado de Corriente,
se alzó el pueblo de repente
formando grande bolina.

  El Presidente Saenz Peña
decretó la intervencion,
sofocó la revelion
despues que mucho se empeña;
la Autoridà al verse dueña
la hizo, de mal Gobierno,
lo que pudo apretó el perno
en contra del adversario,
tanto que fué necesario
arrancar de aquel infierno.

  Salieron de militares
unas cuantas comisiones
cometiendo violaciones
en casas particulares;
uno de estos ejemplares
fué el Gobernador Molina,
donde una familia fina
desnudó a seis señoritas
i se hizo por toditas
servir mate en la cocina.

  La soldadezca presente
ignorante i atrevida
se reia divertida
a mandibula batiente;
cuando creyó suficiente
el vejámen aquel bruto,
se retiró el disoluto
satisfecho de su accion
dejando en aquel rincon
de aquel hogar negro luto.

  Vea el mundo lo que son
los viles que han pretendido
llaman pueblo embrutecido
a mi gloriosa Nacion;
sirva de vindicacion
a todo ultraje imprevisto
cualesquera que sea listo
se comvencerá de prisa
que si aquí no oimos misa
allá se comen a Cristo.

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