EL VINO I EL AMOR

     Un combate peregrino
  Hubo entre Baco i Cupido,
  Desde entónoes Amor ha sido
  Esclavo del dulce vino.

  Cuando pretende Mondaca
Declararle su cariño,
Con la dulzura de un niño,
A la tuerta de la Urraca,
Al notar que ésta se empaca
I sin cordura ni tino
Llama su accion desatino,
El buen Mondaca al instante
Entabla como un jigante
Un combate peregrino.

  Va derecho a la taberna
I persiguiendo la dicha,
Se pone un barril de chicha
Entre una i otra pierna,
I con solicitud tierna
Se vácia su contenido
Acordándose el perdido,
Que cuando hablaban las coles
Unos cuantos toles-toles
Hubo entre Baco i Cupido.

  I como despues de todo
Nos cuenta la tradicion
Que de esta soberbia accion
Cupido salió beodo;
Ya se tiene por un modo
Seguro cierto i sabido,
Que quien quiera ser querido
Se ponga como la parra,
Pues prisionero en su garra
Desde entónces Amor ha sido

  Con que así, si veleidosa
Ella te dice que nó
I con un mal te pagó
Tu pretensión amorosa,
No se le dé por tal cosa
Ni lo que vale un comino.
A su espíritu mohino
Dale un trago de lo bueno
Hasta notarlo de lleno
Esclavo del dulce vino.

  Con que ya saben de sobra
Lectores de a picos pardos
Que ni ánjeles, ni leopardos
Logran lo que esta maniobra
Con que manos a la obra,
Que hasta las viejas chullecas
Rejuran que haciendo muecas
Han visto desde su infancia
Sobre un barril de sustanci[a]
Al A [  ]

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