Núm. 4
LUJURIA
POEMITA HISTORICO
[continuacion]

¡Cuanto me engañaba! ¿qué delirio
en tal instante oscureció mi mente
ocultando el difraz con que martirio
me sonreia con sarcasmo hiriente?
¿Como podria el delicado lirio
soportar la pisada irreverente
de un reptil atrevido i asqueroso,
sin marchitar su càliz pudoroso?

Yo me recuerdo bien que dia a dia
nuestro trato sensillo se estrechaba
i hacia de su voz gran melodía
que en éxtasi divino me engolfaba.
¡Ai, infeliz de mil que no veia
que sus alas de oro desplegaba
para clavarme con su dardo helado
el amor mas fatal i desgraciado.…

Cada vez que dejaba mi faena
fatigado, a la casa al regresar,
me causaba trabajo i honda pena
no pasarla al momento a saludar
i solo me volvia la serena
tranquilidad que me era de desear,
cuando apretaba su torneada mano
con febril entusiasmo i soberano.

En coloquios de goce i de dulzura
las horas se pasaban sin sentir,
antítesis sublime, que harto apura
en las horas presentes, mi sufrir…:
ya no era indiferente su figura;
nunca mujer mas bella conocí……
¡Oh caprichosa aberración human a
hoi adorar i aborrecer mañana …

Un mes va ya corrido desde aquella
entrevista que causa mi aflixion
i ya tengo en mi alma una centella
i ya tengo incendiado el corazon,
pero temo ofender a mi doncella
con declararle, injenuo, mi pasion
i prefiero cavar mi sepultura,
las làgrimas tragando de amargura.

¡Oh estúpidas virtudes, juventud,
bien estas con tremenda puñalada;
vosotros que creeis en la virtud,
difraz comun de accion atravezada;

       continuarà

       ROLAK

Nota: continuación de este verso.

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