A Condell, en los momentos
de su muerte

  La muerte quiere hacer presa
Al león por exelencia,
Al bravo de Punta Gruesa
Que venció a la «Independencia»

  Al valiente capitan
Que el enemigo cañon
Respetando su valor,
No pretendiera tocar,
Una cruel enfermedad
Viene con ruda fiereza
A anonadar su grandeza
En lucha porfiada, abierta.
¡Al héroe más alerta
La muerte quiere hacer presa!

  Telegramas de Quilpué,
Donde reside el paciente,
Con laconismo doliente
Nos revelan su etiquez.
Al que fuera en una vez
Tipo ejemplar de potencia,
Una porfiada dolencia
Está minando su fuerza,
Para llevarse perversa
Al león por exelencia.

  ¡No llores, que en tu dolor,
Noble Esparta americana,
Te acompañará mañana
Todo noble corazon!
No lo llores, patria, nó,
Que el fulgor de su grandeza,
Colocará en tu cabeza
Hermoso cerco de gloria!
¡Será inmortal en la historia
El bravo de Punta Grueza!

  Talvez no baste este suelo
Ni el coloso de los Ande,
Pedestal de hombre tan grande,
Por eso se marcha al Cielo;
Ruega con profundo anhelo
Venga la convalescencia,
Que no se estinga la ciencia
Que guiára en su camino
Al valeroso marino
Que venció a la «Independencia.»

  Cuanto abarca de importante
En Chile la medicina,
Ya parece que no atina
A salvar al almirante.
Ese pecho de diamante,
Como cristal delicado,
Por la mirada quebrado,
Nos hace en razon temer
Que en horas más llegue a ser
Admiracion del pasado!
       ROLAK.

Se venden: Cequion num 11

Nota: Carlos Condell murió en Quilpué el 24 de octubre de 1887.

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