Muerte de Balmaceda

     Aunque Balmaceda huyo
  de la justicia chilena
  escapando de una buena
  con sus manos se mató.

  Por fin ya murió el Tirano
en donde estaba escondido
por su patria maldecido
por su crimen inhumano;
an en cementerio cristiano
sepulten sus restos ¡nó!
los mártires que ultimó
no pueden estar con él
¡ Dios ha hecho su papel
aunque Balmaceda huyó !

  La República del Plata
en su bella Legacion
le dió asilo a este Neron
hasta el dia en que se mata;
vé como el pueblo lo trata,
como lo acusa i condena,
i el alma de angustia llena,
temeroso del castigo
pensaba buscando abrigo
de la justicia chilena.

  Al verse en tal agonía
i acosado en su camino
con el Ministro arjentino
mandó a pedir garantía;
la Junta le respondía
que por su triste faena,
los Tribunales la pena
le debian de aplicar;
i él prometióse entregar,
escapando de una buena.

  El sábado mui temprano
se oyó como un cañonazo:
se habia dado un balazo
en la sien con propia mano;
por un sirviente paisano
el Ministro aviso dió;
José María Barceló
llegó con don Carlos Lira
viendo al hombre que con ira
con su mano se mató

  Su cadáver fuè sacado
dentro de una colcha blanca
i de esa manera franca
fué al cementerio llevado;
varias cartas ha dejado
para su madre i su esposa
i otra mas voluminosa
para don Eusebio Lillo.
¡ Así quere el mandoncillo!
¡ Oh qué lección tan hermosa!

       ROLAK

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