LA JURA
DE LA INDEPENDENCIA

  Despues de un año corrido
de la notable pelea,
la chapetona ralea
volvio a sentar poderío

  Al ver el virey Pezuela,
que en el Perú gobernaba,
como Chile derrotaba
a la jente de su escuela,
puso a su furor espuela
i fué tan enfurecido
que mandó a Osorio, el bandido,
que nos quemara en Rancagua,
en unos cuantos piraguas
despues de un año corrido,

  OHiggins no se inmutó
i fué caso singular,
la voluntad popular
al instante preguntó;
dos libros en blanco abrió
dijo: «el chileno que sea
i ser libre lo desea
jure aqui la independencia»
i esa fué la consecuencia
de esta notable pelea.

  El libro que recibia
la afirmativa opinion,
sin ninguna admiracion
se repletó el primer dia;
no hubo una mano impía
endeble como una oblea,
que hiciera accion tan fea
firmando en el negativo;
¡murió por este motivo
la chapetona ralea!

  I aunque en Cancha Rayada
una bárbara sorpresa
le hizo morder la huesa
a la tropa descuidada,
en hora bien desgraciada,
en Maipo, leal desafío,
quedó el godo pati-frio,
firme nuestra libertad
i España nunca, jamas
volvió a sentar poderío.

  Todo corazon chileno
que hoi respira libremente
debe sentir reverente
respeto por esos buenos,
por ellos que siendo menos,
con tanto valor pelearon,
que el territorio limpiaron
de verdugos inhumanos.
¡Bendigamos esas manos
qué libertad nos legaron!

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