El ASESINATO
DE UN INTENDENTE
LOS BANDIDOS PRESOS

  Se ha guardado gran secreto
por la prensa i el jentío
sobre un crimen mui sombrío;
yo que no soi tan discreto,
a tiempo mi pico meto
para pintar sus colores,
a fin de que mis lectores
me aprecien por el cronista
que siempre sigue la pista
a todos los malhechores.

  El caso es que un Intendente
que desendió del poder
i que no se dió a querer,
allá donde fué pudiente,
se conquistó entre esa jente,
tal grado de antipatía,
que cuando ya se salia
juntaron muchos billetes
i dieron muchos banquetes
para celebrar el dia.

  Ademas un caballero
que habia sido insultado,
ante el Consejo de Estado
solicitó el desafuero.
Por mucho que puso esmero
en fundar su peticion,
esa gran corporacion,
decretó no haber lugar
i solo vino a dejar
por otra causa el sillon.

  Esplicado todo esto,
en Chuchunco i en la noche
habia un grupo fantoche
de tres borrachos compuesto;
bebian el trago sesto,
cuando un otro compañero
con carácter de bolsero
tomó parte en la merienda
i le dieron a sabienda
hasta verlo como un cuero.

  Con voz bien aguardientosa,
dijo uno: ¡por veinte cuernos!
busquemos de quien valernos
para realizar la cosa
que es bastante peligrosa.
Otro dijo: como nó.
El intruso que esto oyó
repuso como un fullero:
siendo cuestión de dinero,
amigos, aquí estoi yó!

  Despues de este ofrecimiento
como socio lo aseptaron
i el despacho abandonaron
en ese mismo momento.
Hicieron el juramento
de reunirse otra vez
i por su propio interez
al otro dia lo hicieron
i el negocio convinieron
para esa noche a las tres.

  Volvieron a separarse
cada cual para su lado,
dejando el sitio acordado
donde debian juntarse.
Principiaron por armarse
de todo lo necesario
i pensando en el salario,
a la hora señalada,
se fueron a la morada
del odiado ex-mandatario.

La calle estaba decierta,
no habia un solo guardian;
se asercaron con afan
a fin de forsar la puerta;
una vez que fué abierta
se cuelan al pasadiso,
sintiéndose de improviso
a izquierdas i a derechas,
agarrados de las mechas
por brazo mas que rolliso.

  Al notar con evidencia
que se hallaban traisionados,
fueron harto moderados
i no hicieron resistencia.
El Juez les ha dado audiencia
i el caso está peliagudo,
siendo el asunto tan rudo
que no lo sé definir,
pero el Juez ha de venir
a desatar este nudo.

  En vista de estos sucesos,
parece que estos bandidos
de San Felipe han venidos
pagados con buenos pesos;
hoi dia se encuentran presos
por su delito incompleto
i recordando al sujeto
dirian ¡Como se parece
un borracho que hace ese
a un policial secreto!

            ROLAK.

           Ceqión número 11

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