LAS BORRACHERAS
DE BALMACEDA

     En la pantomima aquella
  en la mesa a discrecion
  nunca faltó a la funcion
  la señorita Botella.

  Para dictar una lei
o cualesquiera decreto
estaba el vaso repleto
en las manos de la grei;
al llegar el amo o rei
el rebaño se atropella,
el bruto Claudio resuella
curado como tetera;
nada huvo sin borrachera
en la pantomina aquella.

  Si azotaba Pio Fierro
o si San Martin mataba,
si su mazhorca arrancaba
trasmontando un alto cerro,
si una imprenta hallaba el perro
Ramon Valdes Calderon,
si se alzaba un batallon
o telegrafiaba Fuente
siempre estaba el aguardiente
en la mesa a discrecion.

  Aquellos decretos rojos
por la sangre que costaron
casi siempre se dictaron
cuando estaban como piojos;
en esos crueles antojos
de perseguir con prision
i matar sin distincion,
doña chicha no era estraña;
porque el coñac i champaña
jamas faltó a la funcion.

  Aumentaba con el vino
i el chocar de los cristales
esa horda de chacales
sus instintos de asesino;
en el acto mas dañino
i hasta en la simple querella
dejó el dios Baco su huella
pues para esa multitud
era astro de magnitud
la señorita Botella.

  Como se hacia la cosa
ya se puede saber hoi:
sobre un vaso está Godoi,
sobre una copa Barbosa,
Perez Mont sobre Espinosa
Balmaceda sobre Doña……
que mira i con grande moña
lamer platos a Cotapos;
en todo son siete zapos
elaborando ponzoña.

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