EL PADRE QUE MATO
A LA HIJA

  Un padre desesperado
al ver su mujer manchada
que se le habia arrancado,
mató a su hjita adorada.

  Un humilde labrador,
en un sensillo lugar
tenia un tranquilo hogar
risueño por el amor;
hoi ha sufrido un dolor
que lo tiene anonadado:
por la ira arrebatado
i por el resentimiento
sufre hoi de remordimiento
un padre desesperado.

  Con una hijita mui mona
mui buena e intelijente.
pasaban mui dulcemente
una vida regalona;
pero su mujer jamona
de edad algo abansada,
le hizo al pobre una jugada
que lo atontó de tal modo
que lo pasaba beodo
al ver su mujer manchada.

  Fué el hombre tan induljente
i de tan buen corazon
que perdonó su traision
en bien de su hija inosente;
mas la mujer derrepente
se voló de su tejado;
cuando el hombre hubo notado
que su mujer no venía,
a su hijita le decía;
que se le habia arrancado.

  Así pasó una semana
hora a hora, dia a dia
i el pobre hombre todavía
en verla llegar se afana,
hasta que en una mañana
con su alma trastornada
tomó de bajo la almohada
un revólver preparado
i con un tiro acertado
mató a su hija adorada,

  En seguida con presteza
volvió el cañon a si mismo
i con bastante heroismo
apuntóse en la cabeza
el mèdico con destresa
le pudo salvar la vida;
esta exena es conocida
eu el pueblo de Colina:
ella se llama Justina
i él, Clodomiro Armida,

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