Estragos del aguacero.

           Medio estenuados estamos
       Con el tremendo aguacero,
       Para el año venidero
       La recompensa esperamos.

    No llovió en la cordillera,
I como allá no llovió,
El Mapocho no salió
De su márjen o ribera:
Dios no permita ni quiera
Que en tal apuro nos veamos,
Porque si nos inundamos
Qué será del pobrerio,
Cuando ya de hambre i de frio
Medio estenuados estamos.

    En el sur los temporales
Se dice que son terribles,
I pérdidas mui sensibles
Sufren en los minerales;
Estos detalles verbales
A mis lectores refiero
El viento norte primero
Los ranchos despedazaba,
I el pobre atinjido estaba
Con el tremendo aguacero.

    El mar mui enfurecido
Las lanchas ha destrozado,
Este elemento irritado
La línea la ha destruido;
En Atacama ha llovido
Sin cesar un dia entero,
Así es de que el chacarero
Dice ahora sin sospecha,
Buena será la cosecha
Para el año venidero.

    Hoi está lo mas contento
El caballero hacendado,
Creyendo que su sembrado
Le va a dar un triple aumento.
Que no tengan, detrimento
Es lo que todos deseamos,
Por eso al Señor rogamos
Que nada sea perdido,
De tanto que hemos sufrido
La recompensa esperamos.

    Por último en tal urjencia
Muchos pobres sin trabajo,
Ya no dejan estropajo
Que no llevan a la ajencia
Válganos la Providencia
De la Majestad divina.
Madre del verbo benina
No permita tu poder,
Que al fin de tanto llover
Suframos alguna ruina
       BERNARDINO GUAJARDO.

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