Ejecucion del reo Manuel Soto.

    Grande fué la concurrencia
El diario pudo advertir.
Esto fué ántes de morir,
Le leyeron la sentencia.

    Habiendo la hora sonado
Lo sacan de la capilla,
Manuel Soto ahí se humilla
Porque iba a ser fusilado;
Los sacerdotes al lado
De mayor intelijencia,
Le decian con frecuencia
Sus secretes poderosos,
I el número de curiosos
Grande era la concurrencia.

    Marchaba con paso lento
Al son de pesados grillos,
Con unos gruesos anillos
Que le quitaban su aliento;
En Dios su pronunciamiento
Se le oia repetir,
Que pudiese recibir
Su alma como arrepentido,
Todo esto escrito ha salido
El diario pudo advertir.

    Un precioso Crucifijo
Traía en su diestra mano,
Pidiéndole aquel cristiano
En aquel momento fijo;
Se oyó tambien que le dijo
Suplico que me has de oir,
Señor, ya voi a partir,
Soi tu hijo: i Vos sois mi Padre
Invocó a la Virjen Madre
Esto fué ántes de morir.

    A todos pidió perdon
I en el banco se sentaba;
El verdugo lo amarraba
Para aquella ejecucion,
Qué diria el corazon
Concluida toda clemencia;
Sin esperar mas audiencia
Sobre todo enternecido,
Antes de lo referido
Le leyeron la sentencia.

    Al fin lo que le vendaron
La vista estando el piquete,
I el oficial el florete
Por tal señal descargaron,
Al corazón penetraron
Las balas sin la piedá,
Para ser completa ya
Con tristeza la eficacia,
I con el golpe de gracia
Fué el alma a la eternidad.

Imp. de P. Ramirez E[chaurren]

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