DICHOS DE UN AMANTE

Aquel que ama a una deidad
Como la estima i la quiere,
Cuando mas amor le tiene
O se muere o se le va

    Yo solicité una bella
de toda mi estimación,
le entreguè mi corasón
igual me confesó ella;
la miraba como estrella
i amé aquella realidad;
su franca capacidad
me hiso con frecuencia amarle;
lo mismo puede pasarle
aquel que ama a una deidad.

    Con celo, amor i confianza
juraron uestros sentidos,
como lo hacen dos queridos
que distinguen la esperanza;
no ven la menor mudanza
cuando el intento prefiere
es como dardo que hiere
i si la dama es constante,
sin defecto es el amante
como la estima i la quiere.

    Poderoso fuè el motivo
que tuve para quererla;
procuré jamás perderla
de mi vista i mi atractivo;
que será cuando es esquivo
i olvido amargo sostiene[:]
el decirlo no conviene
a la bella que [l]o intente,
se va involuntariamente
cuando mas amor le tiene.

    Con razon la quise tanto
siendo el absoluto dueño,
que no tendré ni el diseño
del modelo de mi encanto;
me deshiciera en un llanto
por saber adonde està;
porque razón no vendrà
por esperiencia he hablado,
siendo prenda de su agrado
o se muere o se le va.                  

    Al fin, dueña de mi amor
como puedo estar contento,
con la pena i sentimiento
de no verte, es mi dolor
siendo yo el merecedor
i objeto de tal placer
pr[i]vado de mi querer
ni viva ni muerta, esclamo:
yo soi la mujer que amo
al mas inclemente ser!

Nota: verso publicado por Anónimo, ver, ver; por Nicasio García. ver; El poeta del Sur, ver y por Desiderio Parra, ver.

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