El rei Salomón.

    Una torre fabricá
En un pequeño cimiento.
De un momento a otro momento,
Se deshizo i quedó en ná.

    Estando leyendo un dia
Salomón en su reinado.
Se halló tan sabio i letrado,
Que aumentó su idolatría.
El rei David le decía:
Hijo, mal fundado va.
Salomón le dijo: ya,
Por ese gran desconsuelo.
Tengo pa subir al cielo
Una torre fabricá.

    De sabiduría i ciencia
Otro autor no se ha encontrado,
Que formó el templo sagrado
Con su propia intelijencia.
Fué el atribo en preferencia.
Bien lo esplica el firmamento;
Absalon con gran contento,
Alabando al Soberano,
Viendo el gran templo romano
En un pequeño cimiento.

    En vano estudia la Bible
El más ilustrado Amón.
Porque el fin de Salomón
No lo saben los visibles.
Los anuncios son terribles
En la historia de argumento,
Dijo un profeta en su asiento
Escribiendo la verdá;
De Salomón se sabrá
De un momento a otro momento.

    Al principio en su reinado,
Salomón con su delicia
Obró con buena justicia
El poder ejecutado.
De concubinas rodeado,
Gozó de la humanida:
Jesús, con rigoridá.
El mal fin le ha destinado;
I el saber de este letrado
Se deshizo i quedó en ná.

    Al fin, pues, de Salomón
Deseamos tener la luz;
Fue Teresa de Jesús
La que tuvo la ilusión.
De sabiduría el dón
Fué de ser bien comprendido;
La historia lo ha referido,
Como el autor bien lo ve,
Siendo hijo de Betsabé
I en Jerusalen nacido.

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