Una entrevista a Cachico

Una entrevista a Cachico
Por Ismael Sánchez, poeta popular de La Candelaria.

CUARTETA

Cuando entrevisté a cachico,
hombre robusto y fornido,
dio su segundo apellido,
natural de Camarico.

GLOSA

“Se me dice el afuerino,
yo les perdono el error,
por no conocer patrón
y no haber sido inquilino;
conforme con mi destino
que llevo y que no es delito
sobre mi hombro este saquito
que otros le llaman lingera”,
entraba a una cementera
cuando entrevisté a Cachico¹.

“Yo me llamo Luis Ramírez,
otros me dicen don Lucho.
Soy como el viejo serrucho,
que vibra sin que lo afinen;
no me importa que me miren
en menos los atrevidos,
tampoco les doy motivo
para que arrastren el poncho,
soy como membrillo corcho,
hombre robusto y sufrido”.

“Mi orgullo como afuerino,
el poder reivindicar
a aquel que dejó su hogar
y se extravió de camino;
no es el primero mi amigo
ni es el único motivo
porque un paso en el vacío,
¿quién está libre de dar?”.
Entre su filosofar
dio su segundo apellido.

“Nunca he sido un holgazán,
de lo cual no me arrepiento.
Trabajo y gano el sustento
sirviéndole a los demás.
Revise esto y probarán
si leen lo que hay escrito,
­­­­yo acepto su veredicto”.
‒Y me pasó este legajo‒
Pérez, pero no Cotapos,
natural de Camarico.

DESPEDIDA

“Por fin, le ruego, si muero,
que usté relate la historia,
soy pobre, no tuve gloria
por carecer de dinero;
diga que fui un buen obrero
del ogro y no tuve escuela
y roturé a las parcelas
por darle a mi patria pan,
del que se hartan los demás
que viven de sangre ajena.

1  Diferencia con la cuarteta, posible error de imprenta.

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