A San Antonio bendito

A San Antonio bendito
Por Ismael Sánchez, poeta popular de Candelaria

CUARTETA:

Al bendito San Antonio
al papá del angelito,
te vas a caer mi hijito,
no vas a salir del hoyo.

GLOSA:

Angel de toca celeste,
porta a Dios este recado,
que perdone al hacendado
que te ha negado la leche;
que en Chile no se merece,
pero que abundan los sordos,
los que se mantienen gordos
y siguen acaparando.
Yo me dirijo cantando
al bendito san Antonio.

Angel que ya terminaste
tu miserable existencia,
que entonces no habia ciencia
pa la vida prolongarte;
y no pudiste quedarte
para nuevo sacrificio,
mejor que te vayas chico
que ahora manda el capital,
tratando de estrangular
al papá del angelito.

Angel que vas al espacio
no te olvides de escribir
que quiero saber si ahí
viven todos en palacio;
si los salarios son bajos
si acaparar es delito
y si tienen lo papitos
de asignación igual suma,
si está tan ladía la cuna
te vas a caer mi hijito.

Angel te elevas de viaje
hasta los tronos de Dios
pÍdele este gran favor,
que nos libre de los yanquis;
y que le amarre distante
con la paz, su viejo mono
que les termine el oro
y con él su jerarquía,
sin tomar esta medida
no vas a salir del hoyo.

DESPEDIDA:

Por fin si te preguntara
por qué te vas aburrido,
diles que la leche Nido,
pa comprarla está muy cara:
la con agua se acapara
y no la puedes tomar,
no se te vaya a antojar
decirle que el pan es chico
y que lo comen los ricos
quitándolo a los demás.

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Despedida de angelito

Despedida de angelito
Por Rosa Araneda, gran poetisa popular del pasado

CUARTETA

Adiós, mi madre amorosa
ya se va su hijo querido
a la mansión del Olvido
en esta hora piadosa.

GLOSA

Adiós, luminoso altar,
donde me están celebrando,
hoy me voy a ir cantando
a otro hermoso lugar;
y yo espero que’ei de hallar
a la Ciudad Santa hermosa,
que allí la virgen gloriosa
me tiene un trono consigo
y antes de partir yo digo
adiós mi madre amorosa.

Adiós, mesa donde estoy
pensando en marchar al cielo,
lleno de gracia y anhelo
me encuentro en el día de hoy;
para la gloria me voy
contrito y arrepentido
de la inocencia vestido,
triste, con pena y lloroso,
de su presencia con gozo
ya se va su hijo querido.

Adiós, mundo engañador
que engañas a los mortales
y yo a los coros reales
iré por ver al Señor;
con sentimiento y dolor
de todos ya me despido,
porque mi destino ha sido
morir antes que pecar,
adiós, que me han de llevar
a la mansión del olvido.

Adiós, la vida ilusoria
del planeta en que viví
ya salgo y digo ¡ay de mi!
en viaje para la gloria:
he de cantar la victoria
y mi alma será dichosa
sin que me falte una cosa
digo sin ningún desliz
y espero que seré feliz
en esta hora penosa.

DESPEDIDA

Al fin, madre, no me sienta;
le suplico sin demora,
porque si acaso me llora
mi pena más se aumenta;
pronto yo daré mi cuenta
al Señor sacramentado
y espero ser perdonado
y nada ha de padecer,
sin poderme detener
me separo de su lado.

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