A la Nochebuena

Los clásicos
A la Nochebuena
por Rosa Araneda

CUARTETA:

Esta noche es Nochebuena
noche de gloria y de flores
todos los enamorados
se declaran sus amores.

GLOSA:

Hoy en día las chiquillas
al perfume de las brisas
concurren a las Delicias
a tomar ricas frutillas;
elegante y con casquillas
la aristocracia chilena
para desechar la pena
paseándose muy galana
iba diciendo una anciana
esta noche es Nochebuena.

Al compás de los clarines
marchan las damas hermosas
que se asemejan rosas
de los mejores jardines;
haciendo sus comodines
en los asientos mejores
ventilando las calores
dicen sin ningún desliz:
“esta es la noche feliz
noche de gloria y de flores”.

De sombrero y mucho guante
luciendo su gran pareja
vide pasearse a una vieja
del brazo con un amante;
como azucena fragante
ambos iban perfumados
en esos días deseados
con tan bellas perfeuciones
deshogan sus corazones
todos los enamorados.

La sirviente a la patrona
también le pide permiso
para pasear y es preciso
que salga la regalona;
y si con otra persona
se junta, serán primores,
por disipar los ardores
al marchante se le encara
mirándose cara a cara
se declaran sus amores.

DESPEDIDA:

En fin, no queda mujer
digo en mi sentío pleno
ese día por lo ameno,
que no salga a remoler;
de gusto no hallan que hacer
con los queridos brindando
principian salagardeando
y luciendo el lindo talle
por las plazas y en las calles
alegres siguen bailando.

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Verso de Astronomía

¡Los Clásicos!
Verso de Astronomía
por Rosa Araneda

El sol hace su carrera
por frente del Ecuador
girando a su alrededor
en la línea de la esfera.

GLOSA:

Cuando asoma en el Oriente
el blanquecino farol
muestra sus rayos el sol
alumbrando el Occidente:
se ve claro y transparente
como si no se moviera,
la luz palida y ligera
recorre todo el ambiente
y para entrarse al Poniente…
el sol hace a su carrera.

Cuando el día va aclarando
aparece el sol dorado,
entre nubes embargado,
con lentitud caminando;
los Planetas alumbrando
todos a un mismo tenor,
con el brillo brillador
al centro de gravedad
despejan su claridad…
por frente del Ecuador.

Demuestran 3 movimientos
en su mesma elevación
haciendo su rotación
según hay conocimiento:
giran con sus modos lentos
para tomar la calor,
y desde lo superior
bajan aquí de año en año
cometas de gran tamaño…
girando a su alrededor.

En el cuarto firmamento
está el sol estacionado
por el Zodíaco rodeado
fecundizando el portento;
sus rayos con gran contento
alumbran la tierra entera,
Dios hizo por que se vieran
satélites y cometas
que vienen hasta el planeta…
en la línea de la esfera.

DESPEDIDA

Al fin los más principales
planetas que se atesoran
y se han contado hasta agora
son 35 cabales;
estas materias astrales
mucho se habrán de estudiar,
los sabios le van a dar
valor a la astronomía
y quién sabe si algún día
a la luna han de alcanzar.

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La mujer que se volvió culebrón

Los Clásicos
La mujer que se volvió culebrón
Rosa Araneda

CUARTETA

Señores, van a saber
si ponen mucha atención
la historia de una mujer
que volvió culebrón.

GLOSA

Una joven muy hermosa
que andaba en los 19
con su albo color de nieve
y su carita de rosa
sintió una pasión fogosa
por un joven mercader
el que al fin vino a caer
en las redes de su amor
y del caso lo mejor,
señores, van a saber.

Casó el joven con la bella
en medio de un gran contento
de modo que al casamiento
alumbró feliz estrella;
pero no duró la huella
de tan grata situación
sino lo que dura el son
del más recio campanazo,
señores, sabrán el caso
si ponen mucha atención.

La niña era muy coqueta
y prendada de otro amante
abandonó al comerciante
sin trámites ni etiqueta;
sufriendo la jugarreta
el hombre no halla qué hacer
y al fin decidió esconder
su vergüenza con la muerte
y así resolvió la suerte
la historia de una mujer.

Pero al morir el burlado
maldijo a la fiel ingrata
y ella después que lo mata
con el otro se ha casado;
pero el cielo ha castigado
a la infiel sin compasión
pues aquella maldición
que el muerto echó a la mujer
vino a tener tal poder
que se volvió culebrón.

DESPEDIDA

El marido de la viuda
llega una noche a su pieza
con una bestia tropieza
que parece muy coluda;
prende una vela y la duda
se le hace revelación:
convertida en culebrón
está la mujer maldita
allí mismo el hombre grita
y allí pierde la razón.

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De la ignorancia de los cantores

LOS CLÁSICOS

De la ignorancia de los cantores
Por Rosa Araneda, poetisa popular

CUARTETA

Aquel que pisa encumbrado
viviendo sobre la ciencia
conoce su incompetencia
cuando se ve derribado

GLOSA

El que profesa en el canto
sin seguir su fundamento
recorre en su pensamiento
la esfera con ataranto;
causando terror y espanto
al hablar en alto grado
y ya al mirarse enredado
por más que lea en la historia
se turbará su memoria
aquel que pisa encumbrado.

Para versiar sin recelo
y querer ser más que Homero
hay que fijarse primero
para no caer al suelo;
si se remonta de un vuelo
para encontrar la elocuencia
en la más alta eminencia
con el diccionario en mano
se contará soberano
viviendo sobre la ciencia.

Si encuentra algún consonante
que sea un poco dudoso
allí queda el estudioso
sin pasar más adelante;
como peregrino errante
vagará con tal demencia
pidiendo por Dios audiencia
para su mayor pesar
y no pudiendo avanzar
conoce su incompetencia.

En más de treinta cantores
es observado este caso
que hasta llegar al Parnaso
comenten miles de errores;
como de los más mejores
bastante moralizado
científico y educado
y de harta capacidad
llora su fatalidad
cuando se ve derribado.

DESPEDIDA

Al fin, para ser poeta
se quiere estudiar bastante
pero hoy cualquier ignorante
quiere llegar a la meta;
en hablar no se sujeta
porque tiene lengua y boca
si se dan contra una roca
queda el sentido cambiado
y al ponerles un fundado
no saben lo que les toca.

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Despedida de angelito

Despedida de angelito
Por Rosa Araneda, gran poetisa popular del pasado

CUARTETA

Adiós, mi madre amorosa
ya se va su hijo querido
a la mansión del Olvido
en esta hora piadosa.

GLOSA

Adiós, luminoso altar,
donde me están celebrando,
hoy me voy a ir cantando
a otro hermoso lugar;
y yo espero que’ei de hallar
a la Ciudad Santa hermosa,
que allí la virgen gloriosa
me tiene un trono consigo
y antes de partir yo digo
adiós mi madre amorosa.

Adiós, mesa donde estoy
pensando en marchar al cielo,
lleno de gracia y anhelo
me encuentro en el día de hoy;
para la gloria me voy
contrito y arrepentido
de la inocencia vestido,
triste, con pena y lloroso,
de su presencia con gozo
ya se va su hijo querido.

Adiós, mundo engañador
que engañas a los mortales
y yo a los coros reales
iré por ver al Señor;
con sentimiento y dolor
de todos ya me despido,
porque mi destino ha sido
morir antes que pecar,
adiós, que me han de llevar
a la mansión del olvido.

Adiós, la vida ilusoria
del planeta en que viví
ya salgo y digo ¡ay de mi!
en viaje para la gloria:
he de cantar la victoria
y mi alma será dichosa
sin que me falte una cosa
digo sin ningún desliz
y espero que seré feliz
en esta hora penosa.

DESPEDIDA

Al fin, madre, no me sienta;
le suplico sin demora,
porque si acaso me llora
mi pena más se aumenta;
pronto yo daré mi cuenta
al Señor sacramentado
y espero ser perdonado
y nada ha de padecer,
sin poderme detener
me separo de su lado.

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