Canto a las 4 estaciones

Canto a las 4 estaciones
por Luis Polanco, poeta popular de Conchalí.

GLOSA

Le canto a la Primavera
y a su traje de colores
y al tapizado de flores
con que adorna la pradera;
a la bella jardinera
y al anciano regador
que van poniendo en la flor
sus afanes con cariño
y a los picaflores niños
de plumaje tornasol.

Con amor canto al Verano
y al sol que clarea el río
y al trigal que ha revestido
de oro granado ese llano;
con amor canto a las manos
que empuñaron la mancera
y al que por la carretera
a la era lleva el trigo
y al peón que lleva consigo
el agua por la reguera.

Canto a Otoño y su destino
de desnudar la alameda,
y al remolino que eleva
las hojas de los caminos;
al viento que envuelve trinos
en los pálidos alcores,
a los últimos fulgores
de ardiente sol en el prado
y a los murientes sembrados
de amarillentos colores.

Canto al Invierno y sus fiestas
y a los ponchos de Castilla,
y a las dulces lagrimillas
que las tinajas revientan;
a los chascarros que cuentan
junto al fogón los abuelos,
a los frisados pañuelos
que envuelven a las mozuelas,
a las vibranes vihuelas
y a la harina hecha “pigüelos”

DESPEDIDA

Por la tortilla y el queso,
por el mate y el brasero,
lluvioso, Invierno te quiero
y te hago el último verso;
porque en el río travieso
vacias tu canto en la vega,
porque por vos se congrega
la familia en el hogar
y porque en tu terminar
nos das otra Primavera.

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Apareció un poeta de Renca

Apareció un poeta de Renca
Enrique Polanco

La contesta que me ha dado
bastante me conformó
y al ver la buena acogida
que a mis versos dispensó
sin que éstos expresaran
lo mejor que puedo yo,
he vuelto a tomar la pluma
pa volver a redactar
y expresar mis sufrimientos
en escrito general.

Aprovecho pa estampar
mi sincero parabién
por la página de versos
y puesía popular
que usté dirige rebién
y que vaya día a día
en un proceso ascendente
regalando florituras
con singular galanura
a un cuantuay de clientes.

Sólo se de lamentar
que no se haya comprendido
el verdadero sentido
que siempre se debe dar
a la Lira Popular
y a enamorao se botan
habiendo tanto pa hablar
de nuestra tierra chilena
no se puede concebir
que desprecien estos temas.

Hablemos de nuestro Chile
de sus flores, de su mar,
de los parajes sureños
y de la pampa encachá
¿Y por qué no hablar de Renca
una ciudad en miniatura
que se alza con Quillcura 1
separada por un cerro
donde pastan los borregos
y se solaza la gente.

1  sic

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Carnaval de los pájaros

Carnaval de los pájaros
por E. Polanco, poeta popular de Renca

Una tenca con un traro
pusieron una ramada
y a toda la pajarada
a la fiesta la invitaron;
los primeros que llegaron
fue un pesco con una trara
formando gran algazara
y bien cogidos del brazo
él con chamanto de huaso,
ella en traje´e percala.

En seguida llegó el jote
de tongo y pantalón negro
era viejo y patirrengo
y pelao en el cogote;
apurao y casi al trote
llegó un loro con espuelas
bajo el brazo una vihuela
y un cigarrillo en la oreja
traía una lora vieja
que la llamaban Manuela.

Saltando y con antiparras
llegó luego una lechuza
dio como una escaramuza
y se incorporó a la farra;
“la chicha a mi no me agarra”
exclamó probando el trago,
“salú, compadre, se l´hago”
dijo a un tordo que llegó
y el tordo le contestó:
“Comairita, se la pago”.

Encabezando un desfile
llegó un pidén y una garza
tras de ellos una comparsa
de centenares de miles
cantó para divertirles
una cueca la Manuela
y empezó la francachela
con huifas y zapateo
al compás del tamboreo
y al sabor de la mistela.

La cantora entusiasmada
tras de un pie cantaba el otro
mientras con gran alboroto
un chuncho la zapateaba;
un chercán le tamboreaba;
y un zorzal hacía el aro,
en tanto que con descaro
bailarina y bailador
su juraban gran amor
entre un trago y otro trago.

Una murciélaga flaca
con los labios muy pintados
con sostén seno rosado
tenía gran alharaca,
“por qué a bailar no me saca”
le decía a un pequén
“le juro que bailo bien
la rumba de última moda
y si acaso le acomoda
salgamos al redondel”.

Salieron y qué locuras
en el bailar demostraron,
agarraos empezaron
a hacer gestos y figuras;
ambos con desenvoltura
en un cimbrar de caderas
ella perdió la pollera
las ligas y el sostenseno
y con su danzar ingenuo
levantó gran polvaera.

Una torcaza casera
tomó el chasco muy en serio
sin hacer ningún misterio
dijo al salir puerta afuera:
“tengo muchachas solteras,
miren qué ejemplo´tan viendo
yo no sigo compartiendo
esta fiesta sin decoro
vámonos, compaire loro,
mire que está amaneciendo”.

Era la hora oportuna
pa terminar el jolgorio,
las niñas del auditorio
se fueron de una en una;
se había entrao la luna
y había que darse prisa
la murciélaga en camisa
un cigarrillo fumando
dijo: “yo me iré alumbrando”,
todos soltaron la risa.

DESPEDIDA:

La fiesta se ha terminado
y yo decírselos quiero
los pájaros quisieron
entrar al encuartetado;
siempre libres han volado
sobre praderas y montes,
avizorando horizontes
elevándose hacia el cielo;
su origen está en el suelo
y en las alturas su Norte.

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