Silencio en la maestranza

Silencio en la maestranza

Se fué Gabriela…
Y algo como un aire gélido llegó hasta los corazones de millones de seres.
Un manto de pesar cubrió la tierra. Había partido aquella que de humilde maestra rural se convirtiera en reina del espíritu, aquella que cantara a los piececitos del niño pobre, piececitos que seguramente en su juventud hirieron su alma.
Y acá en un rincón de su patria, de esa patria que ella tanto honrara, un puñado grande de obreros le ha rendido su modesto homenaje. Se detuvo la usina, y cientos de obreros elevamos por algunos minutos nuestro pensamiento hacia “NUESTRA” Gabriela, en silencio, la frente inclinada sobre la máquina, la llama de la fragua baja como luz de santuario, el vibrar de los motores apagado.
Y allí donde nunca hay silencio, lo hubo. Se detuvo el fragor de la faena para entregar nuestro homenaje a la Divina Gabriela, cuyo nombre se agigantará al paso de los siglos, cuando sobre los campos de un mundo en paz, como ella lo soñó, millones de niños entonen alegres sus inmortales rondas.

Benigno Velásquez S. (Maestranza Central de San Bernardo).

Nota: este texto aparece dentro del espacio de la Lira Popular pero, al no ser verso no hemos agregado el autor al listado de cultores.

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En viaje por esos mundos

En viaje por esos mundos
Por Simón Pavel¹, poeta popular de Santiago.

A Europa, a ver lo que pasa
partimos con Jeremías
nos topó la bella Hungría
y nos invitó a su casa.

Después de habernos sentado
en un cómodo sofá
nos preparó un samovar
con lenguas de pan tostado,
sentándose a nuestro lado
para hacernos compañía.
Charlamos a la medida
que nos daba la ocasión
cómo era nuestra intención,
empezamos por Hungría.

Al hablarle de los rusos
contestó sin vacilar:
“los he mandado a buscar
para ahuyentar intrusos”.
¿Dicen que el pueblo se opuso?
No es verdad, son cuentos de hada
lo que hubo fué una asomada
dirigida desde afuera
para hundir la clase obrera
cobardemente baleada.

“¿Y qué querían que hiciera
sino llamar a los vecinos
cuando el fusil asesino
diezmaba la clase obrera?
Piensen todo lo que quieran
en el terreno es distinto.
Unos mienten por instinto
otros porque les conviene
pero cuiden de quien tiene
un puñal atado al cinto”

“Recuerden que los obreros
son una clase distinta
pero es que hay aventureros
que explotan algún dolor
llevan su patria a inmolar
y se autollaman patriotas…
de esto pueden tomar nota
ya que el mundo es una bola”

Con lo que oyes, Jeremías,
¿podrás morir más tranquilo?
si no te agrada decirlo,
no vengas con evasivas.
Si volvemos otro día
no ha de ser a perder tiempo.
No se prestan los momentos
para seguir divagando
viendo a los que están llorando
pa´ sembrar el descontento.

1  Por error en la edición no aparece el autor, pero se rectificó en el siguiente número.

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