Silencio en la maestranza

Silencio en la maestranza

Se fué Gabriela…
Y algo como un aire gélido llegó hasta los corazones de millones de seres.
Un manto de pesar cubrió la tierra. Había partido aquella que de humilde maestra rural se convirtiera en reina del espíritu, aquella que cantara a los piececitos del niño pobre, piececitos que seguramente en su juventud hirieron su alma.
Y acá en un rincón de su patria, de esa patria que ella tanto honrara, un puñado grande de obreros le ha rendido su modesto homenaje. Se detuvo la usina, y cientos de obreros elevamos por algunos minutos nuestro pensamiento hacia “NUESTRA” Gabriela, en silencio, la frente inclinada sobre la máquina, la llama de la fragua baja como luz de santuario, el vibrar de los motores apagado.
Y allí donde nunca hay silencio, lo hubo. Se detuvo el fragor de la faena para entregar nuestro homenaje a la Divina Gabriela, cuyo nombre se agigantará al paso de los siglos, cuando sobre los campos de un mundo en paz, como ella lo soñó, millones de niños entonen alegres sus inmortales rondas.

Benigno Velásquez S. (Maestranza Central de San Bernardo).

Nota: este texto aparece dentro del espacio de la Lira Popular pero, al no ser verso no hemos agregado el autor al listado de cultores.

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Elqui te llora

Elqui te llora
Por Juan José Tapia, Poeta Popular de Punta de Piedra.

Elqui está llorando
por la muerte de Gabriela.
Tristeza, vuela, vuela.
te quiero seguir soñando
y en tu silencio entonando
la canción de mi pena.
Una maestra muy buena
ha partido de estos lares
y llorarán los lagares
de esta tierra chilena.

De nobleza y de bondad
tu verso nos impregnó.
El corazón del hombre llenó
de gran amor a la paz,
al humilde dióle más
y al niño dióselo todo
y fué de este mismo modo
que ella amó a la Humanidad.
sin doblez ni vanidad
a nadie le puso el codo.

Ya no libarás el mate
que te cebaron atentas
las manos de una modesta
elquina de buen talante.
Alegría tu dejaste
en las almas infantiles
que bailando rondas miles
estrecharon sus manos
pues son todos como hermanos
del mismo ramo jazmines.

Vicuña ciudad natal
de la insigne poetisa
he dedicado una misa
a la figura inmortal.
los mozos en el  trigal
abrirán fruto maduro
es la herencia del futuro
del amor propalado
que ella les ha enseñado
con el afecto más puro.

De rosas y margaritas
que cubran tu morada
fueron tus flores preciadas.
El valle del Diaguita.
Con la pena infinita
de tu alma desolada
pensaste en hacerte nada
por el que nunca llegó,
más el mundo te dió
más hijos que una dichada.

Recibe insigne Gabriela
este homenaje humilde
que un poeta te rinde
desde esta querida tierra.
Del mar a la cordillera
recordamos tu valentía
el Recado de Paz que envías
alentando la esperanza
de estrechar fuerte alianza
contra la guerra impía.

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Poema a la poetisa

Poema a la poetisa
Por Miriam Pérez B. (una lectora de 7 años)

Gabriela es una estrella
siempre nos acompañará.
La gran poetisa chilena,
no habrá en el mundo otra igual.

Se apagó su bella luz
cuando se apagó su vida,
pero su alma se ha quedado
con toda la luz prendida.

El recuerdo de Gabriela
no se olvidará jamás,
si contamos las estrellas,
contaremos una más.

Una estrella en el cielo
no tendremos que olvidar
por muy obscura la noche
no nos deja de alumbrar.

Jóvenes, viejos y niños
que sobre esta tierra pisan
todos dirán muy contentos
¡no ha muerto la poetisa!

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Adiós a Gabriela

Adiós a Gabriela
Por Rómulo Galindo, Poeta Popular de Curanilahue

CUARTETA

A la querida Gabriela
yo quiero decirle hoy día
cuánto el pueblo la quería.
Su muerte nos desconsuela.

GLOSA

xxxx¹
se me fué haciendo querido
y le fuí tomando fe.
Conocerla yo anhelé.
Pues recuerdo que mi abuela
cuando encendía una vela
y me llevaba a acostar,
se ponía a recitar
a la querida Gabriela.

Versos de unos piececitos
que tenían mucho frío
me hacía aprender mi tío,
y también a sus hijitos
les enseñaba los versitos.
Porque decía a mi tía
que Gabriela defendía
a todos los niños pobres
xxxx¹
yo quiero decirle hoy día.

Mi padre se vino al suelo
y lo digo sin asombro,
tuve que allegar el hombro
en la casa de mi abuelo.
Yo estaba más chicuelo.
Donde mi abuelo vivía
otra nieta, la Lucía;
él de Gabriela le hablaba,
y así siempre le contaba
cuanto el pueblo la quería.

Hombre me hice de repente,
a los veinte años llegué
y quise saber por qué
es desgraciada la gente.
Se lo pregunté a un pariente.
La verdad se me revela
y comprendí que la abuela
toda la razón tenía
xxxx¹
su muerte nos desconsuela.

DESPEDIDA

Y yo, maduro y canoso
que la amé desde pequeño
viéndola dormir su sueño
sentí un dolor silencioso.
¡Noble frente, rostro hermoso!
En superior plano astral.
que es la Corte Celestial,
donde según los creyentes
se juntan con Dios las gentes
ya está Gabriela Mistral.

1  Nuestro ejemplar está roto en esta zona.

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Sobre su tumba

Sobre su tumba
Por Juan 2º Placencia, Poeta Popular de Coronel

Gabriela Mistral ha muerto
con gloria, pero sin pena,
ya que fué la Pasionaria
de nuestra tierra chilena.

Coquimbo la vió nacer
como estrella solitaria
sin pensar que aquella hija
sería una visionaria.

Se ganó el premio Nobel
porque era inteligente
la conoció el mundo entero
en todos los continentes.

Chile pierde con su ausencia
y esto no se pone en duda
a la mejor poetisa
tan grande como Neruda.

Murió ausente de su patria
y esto nos causó dolor
porque su vida entregó
donde llaman Nueva Yor.

La que educó tantos niños
con ese amor tan materno
se va al seno de la tierra
a dormir el sueño eterno.

Embajadora constante
de una y otra misión
un cerebro inteligente
que pierde xxxxxxxx¹

Fue xxxxxxx¹ ejemplar
que tuvo bastante suerte
y su fama comenzó
con el Soneto de la Muerte.

Ella cultivó las letras
con su sagrada memoria
y entre los poetas del mundo
queda grabada en la historia.

La muerte de la maestra
me destroza el corazón
y me siento emocionado
como poeta del carbón.

Pues fue la antorcha de América
siempre dijo la verdad,
odió el monstruo de la guerra
y luchaba por la Paz.

Yo le rindo este homenaje
y me inclino reverente
por la Sociedad de Poetas
como vicepresidente.

1  Nuestro ejemplar está roto en esta zona.

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Los marginados

Los marginados
Por Francisco Astroza, Poeta Popular de Santiago

CUARTETA

La CUT no es pa´ la tanda
aseguran los obreros
repudian tres consejeros
Durán, Domínguez, Miranda.

GLOSA

Todavía se comenta
de anarcosindicalistas,
pretendían la conquista
de Central por su cuenta
como sucias herramientas
del capital que los manda.
Al cabecilla Miranda
mejor yo debo advertir
a Durán y al otro gil,
la CUT no es pa´  la tanda.

En tu gremio yo trabajo
en el cual sos secretario.
Hoy te tienen por sectario
protestan, dicen “Carajo”,
te tratan como estropajo
por ser un mal consejero.
Olvidaste a los obreros,
te burlaste del Consejo
y a más del gremio el Congreso,
aseguran los obreros.

Para la Semana Santa
se realizará el Congreso
vendrás a dar cuenta de xxx¹
a ver si el Pleno te aguanta,
si no vestirás la manta
de un más dócil cordero,
por la causa del dinero
que despertó la ambición
y así en la organización
repudian tres consejeros.

Aquí el gremio aguerrido
te lo tendrá que gritar.
De la confianza, ni hablar
todo ya se ha perdido.
Algunos enriquecidos
con su dinero los mandan,
pero a la CUT no ablandan
por tener temple de acero,
ahora están por el suelo
Durán, Domínguez, Miranda.

DESPEDIDA

Hora es ya de terminar
con la plaga de traidores
pobres y ricos ladrones
cual de todos explotar
más quieren extorsionar
la clase sacrificada
habrá que batir la espada
contra malos dirigentes,
Anarcos, tengan presente:
quedarán en la estacada.

COGOLLO

Verde cogollo´e cerezo
antes copia del edén
cuando lectura allí des
al temario del Congreso
bien pelearle al palogrueso
y hacia aquél que traicionó
que su clase abandonó,
¡no metan aquí la pata
esos perros de corbata!
Este trato les doy yo.

1  Error en impresión, posiblemente “eso”

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Gajes del sistema capitalista

Gajes del sistema capitalista
Por J. A.  Jorquera, Poeta Popular de Puerto Natales

Dentro de un laberinto de canales
se encuentra enclavado Puerto Natales;
el mas apartado lugar.
Lo circundan altos cerros nevados
y en el invierno un frío endiablado,
a sus habitantes los hace tiritar.
Ahora ya están por terminar
las cortas faenas de esquilar
al productivo ovino.
Da envidia ver los montones
de espumosos vellones
esperando su destino.
Luego esta materia en bruto,
con carácter irresoluto,
la llevan al extranjero.
Allá en las fábricas de tejidos
los vellones son convertidos
en lindos y vistosos géneros.
Retornados en encomiendas
llegan a nuestras tiendas
los casimires y paños.
Los obreros quedan confundidos, porque
se ven impedidos
con los precios tamaños…
Todo esto resulta irónico,
no obstante ponernos afónicos
en aclarar esta disparidad;
pero, como ellos son los dueños,
truncan nuestros sueños
de vestir con comodidad.
Y cuando todo esto se xxxxxxxxxx¹
y el calor justo no resulta,
habiendo tantísimos testigos…
es para perder la paciencia
antes la pétrea inconsciencia
de privarnos del abrigo.
Los que sufren son los niños
que no les basta sólo el cariño,
sino de andar abrigados.
por eso que vale la pena
que triunfe la izquierda chilena,
para no ser más postergados…

1  Ilegible en nuestro ejemplar.

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Ahora a luchar

Ahora a luchar
Por Julio Solís, Poeta Popular de Chimbarongo

CUARTETA

Pasaron las elecciones
el pueblo dió su confianza
ha brillado la esperanza
hay júbilo en corazones.

GLOSA

La lucha recién despierta
para el pobre Juan Verdejo,
desarruga el entrecejo
y mantén tu mente alerta,
tus fuerzas así apresta
descubre sus intenciones
del pechoño las acciones
que en tu contra ya dirige,
ahora ya no se aflige,
pasaron las elecciones.

Hay mucho que trabajar,
mantener siempre la unión
por la fuerza o la razón
al fin tendrás que triunfar
no puedes de ellos esperar
que su cólera sea mansa,
algo hay en lontananza
que se ve y que se adivina
en la masa santiaguina
el pueblo dió su confianza.

Abajo la Ley Maldita
la Ley de Congelación,
abajo la delación
que nuevamente se agita,
consignas que el pueblo grita
y en su lucha no descansa
así él en su ruta avanza
confiado en su gran destino
nuevamente su camino
ha brillado la esperanza.

Se han quedado los traidores
tránsfugas y descastados
abatidos y asombrados
con sus llantos y dolores
amarguras y rencores
dejan las malas acciones.
No es así en que con razones
combate por su doctrina
y sus pasiones domina;
hay júbilo en corazones.

DESPEDIDA

Al fin hay que luchar
para aplastar estos males
con los justos y cabales
con ellos hay que marchar,
la injusticia terminar
hacer un Chile glorioso
donde brille un sol hermoso
que a todos les dé calor
donde haya bondad y amor
y un gran hogar venturoso.

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Gotitas de agua en el desierto

Gotitas de agua en el desierto
Por Gilberto Salinas, poeta suplementero de Santiago.

Atravesando el desierto
y casi muerto de sed
mis pasos eran inciertos,
gotitas de agua encontré.

Cuando a mis labios sedientos
una gota de agua acercaba
apareció un parvuliento
que más sed que yo llevaba.
– Tómate una ésta vez,
ya me tomaré otra yo.

Y seguimos caminando.
el sol quemaba, quemaba.
Se paró y me quedó mirando,
¡pobrecito! ya no andaba.

Con la frente afiebrada
me dijo: – No puedo más.
Lo tomé pues en mis brazos
y dí miles de pasos más.

Llegó la noche en el desierto
durmióse bajo las estrellas
yo lo contemplaba despierto
pensando en su vida pequeña.

Se despertó, ya repuesto
y me dijo: – tengo sed.
-Tómate otra de una vez,
ya me tomaré otra yo.

Luego al amanecer
reanudóse el caminar
en mis brazos iba él
pues lo cansaba el andar.

Y ya al salir del desierto
estaba salva su vida
y se fué corriendo
el muy despierto.

Y me dijo: –Tómate vos la última gotita.

Yo me quedé cansado
la boca como una hiel.
Todas las gotas de agua
que me había encontrado
se las había tomado él.

Nota: respetamos los cortes del impreso.

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Presidiarios

Presidiarios
por María Yolanda Luego¹, poetisa popular de Santiago

Apreciad la libertad
más que todos los tesoros
más que la gloria y el oro,
más que sagrada amistad.

Triste aquel que al alejarse
de los lares más queridos
se encuentra al final sin nido
entre rejas en la Cárcel.

No infieras graves heridas
ni busques venganza cruel,
triste muy triste ha de ser
que al final te quiten la vida

Si has nacido valeroso
pruebas las penas más tarde
que aquel que hiere es cobarde
y aquel que mata, alevoso.

Allí gimen como fieras
con hambre, frío y pobreza
despojados de nobleza
tras las rejas traicioneras.

No deshonres a tus padres
ni hurtes tesoro ajeno,
ni ambiciones que no es bueno,
manchar tus manos con sangre.

Todo presidio es penoso
vivir libre es el deber,
triste muy triste ha de ser
ese eterno calabozo.

Mira la Patria, da el ejemplo
de la honradez soberana
ciudadano y ve mañana
cómo florece tu esfuerzo.

Triste el hombre que entre rejas
pierde el oro de su vida
es como un ave cautiva
que llora, clama y se queja.

Has caído a una celada
y vas a cumplir condena
que es a la última pena,
¿ves? esta suerte te esperaba.

Apártate, ciudadano,
del errado camino
de los mezquinos destinos,
que somos todos hermanos.

¡Qué triste es ver a la Patria
por tantos vicios manchada!
Ver la gente acongojada
por tantas cosas, ¡por tantas!

¡Qué triste el amanecer
para el hombre que ha rodado
y siente en el pecho clavado
un remordimiento cruel!

1 En otra edición aparece como “Luengo”

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