El Dieciocho y mis pobrezas

El Dieciocho y mis pobrezas
Por Néstor Núñez Alcaíno, poeta popular de Tricao.

CUARTETA

Mal’ haya la suerte perra
el Dieciocho me encontró
más pobre que el niño e Dios
y trabajando la tierra.

GLOSA

Voy a contar mis pobrezas
por todito Chile entero,
se me terminó el sombrero
y me veo en la tristeza;
el campo lleno e malezas
siendo tan rica la tierra
éstas sí que son leseras
lo que hacen con el chileno
nada tenemos de bueno
mal’ haya la suerte perra.

Nunca me visto tan pobre
con mi ropa remendada,
no crean que está planchada
tampoco tengo ni un cobre;
ni para comprar un sobre
todo lo cuento aquí yo,
el pueblo entero me vió
en situación que da risa,
careciendo de camisa
el Dieciocho me encontró.

Para tomarme una copa
un amigo me invitó,
pero me miraba yo
enormes parches en la ropa;
luego después hecho sopa
rápido me olvidó,
les cuento lo que pasó
ya no sentía ni pena
enamorando a la Elena,
más pobre que el niño e Dios.

Después de tan mala fiesta
tenía enormes calambres
y sentía atroz hambre,
¿han visto que piruleta?;
pa más perdía la chaqueta
fíjese como se embarra,
donde tocan la guitarra
no conocía ni el susto
bailando que era un gusto
y trabajando la tierra.

DESPEDIDA

Al fin, cuando volví en sí
le contaré, amigos míos,
roto en tar arrepentío
de lo que a mí me pasó;
por oír, ¡ huifa!, ay si, si,si,
también he pago impuesto
y casi pierdo mi puesto
en la pega tan querida,
para ganarme la vida
con esfuerzo y sufrimiento.

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Por causa de la carestía

Por causa de la carestía
por N. Núñez A., poeta popular de Tricao

Hoy toda cosa se vuela
porque alas le han brotado
nada ya se ha escapado
porque hay retantas gabelas;
las leyes de un tal Videla
nos tienen muy confundidos,
nada de lo prometido
se ha llevado a la acción
y no hay alimentación
para el Verdejo sufrido.

Para el Verdejo sufrido
nada se encuentra barato,
no se pone ni zapatos
y sus pies están heridos;
y se ve más afligido
aumentando su agonía,
pues lo que gana en el día
no le alcanza para nada
y come por cucharada
por causa ‘e la carestía.

Por causa ‘e la carestía
que azota a Chile entero,
con hambre ‘stán los obreros
sufriendo todos los días;
por la gran miserablía
muy poco se come el pan,
quien sabe dónde tendrán
el bizcocho de Verdejo,
porque se encuentra tan lejos
que ya no se acordarán.

¿Qué ya no se acordarán
que el pobre vive en la ruina?
así con tanta pamplina
pronto lo terminarán;
muchos sufriendo ya están
pagando este amargo pato
y no hay comida en el plato
pa levantar la cuchara,
tenemos larga la cara
y antes éramos ñatos.

DESPEDIDA

Al fin si antes éramos ñatos
ahora estamos larguchos,
los dientes como serrucho
los ojos como lagartos;
de ver el tremendo espanto
Verdejo está en este suelo
clavando la vista al cielo
con un sacrificio inmundo
como un ser del otro mundo
sin esperanza y consuelo.

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Mi saludo a los poetas

Mi saludo a los poetas
Por N. Núñez A1., poeta popular de Tricao.

A mi presidenta Agueda
a ella me dirigí
saludando desde aquí
al poeta Sergio Rueda;
lo hago sin que me la pueda
con un saludo completo,
soy un poco analfabeto
de algunos me acordaré
los que en la Lira encontré
y se me refalan prestos.

Haciéndole mucho empeño
hirvanaré los saludos
a Lázaro y don Edmundo
y al compañero Bugueño
porque de mí ha sido un sueño
que a don Diego y doña Inés
mis saludos vayan, pues,
lo mismo a los Castañeda
aunque  mi puño se enreda
siempre yo se los diré.

También con gusto enviaré
para Edison Grandón,
poeta de Concepción,
y perdón les pediré;
la confianza me tomé
porque ya los he nombrado
sin que me deje olvidado
porque lo quiera mi mente
es que ahora de repente
me veo un poco enredado.

A toditos los poetas
los saludo en general
desde aquí, de mi lugar
trabajando está mi testa;
pero no llego a la fiesta
porque el cuero no me da
gocen de felicidá
son mis deseos fervientes
se los que aquí están presentes
haciendo grande unidá.

DESPEDIDA

Permiso pido, señores,
que me voy a despedir
porque no puedo asistir
con malas composiciones;
cantarán los corazones
de toditos los poetas
que asistirán a la fiesta
en esta gran reunión
cantándole a la Nación
por si algún día despierta.

1  Néstor Núñez Alcaino

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No puedo sacarme gordo

No puedo sacarme gordo
Por Néstor Nuñez, poeta popular de Tricao

CUARTETA

Jugando la lotería
no puedo sacarme el gordo
no le ando ni por el borde
para tener la alegría.

GLOSA

 

Con el mísero salario
un décimo me he comprado
para más no me ha alcanzado
son ochenta pesos diarios;
pecando de estrafalario
me hago ilusión cada día.
Me dicen con fantasía
la vai a sacar gordita
al tirar yo mi platita
jugando a la lotería.

A veces salvo la plata
y altiro me compro otro
siempre soy el mismo roto
y ando hasta con alpargatas!
no aseguro ni la guata
al cuerpo me le hago el sordo
estoy más negro que un tordo
con deudas que son muy fuerte
y confiado de mi suerte
no puedo sacarme el gordo.

Pal sorteo ‘el treinta y uno
como siempre ando al revés
el gordo terminó en tres
y había comprado en uno;
hace ya tiempo que ayuno
por ambicionar el gordo
mi suerte es solo un estorbo
para tamaña finanza
y al jugar con la esperanza
no le ando ni por el borde.

Por más que me busco al prisco
para aliviarme la vida
que hoy es más aburrida
y tan dura como un risco;
con espinas como un quisco
sufriendo todos los días
por causa de la carestía
no me compro ni calzado.
¡Cuándo sacaré el premiado!
para tener la alegría.

DESPEDIDA

Por fin me despediré
de los números premiados,
porque a mi no me ha tocado,
tan mala suerte tendré;
pero siempre seguiré
por si algún día le atino
pa mejorar mi destino
y así taparme el pellejo
si ya parezco verdejo
y aún no tomo ni vino.

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Les cuento mis sufrimientos

Les cuento mis sufrimientos
por Néstor Núñez Alcaíno, poeta popular de Tricao.

GLOSA

Voy a saludar primero
a “EL SIGLO”, diario valiente
porque lucha muy de frente
defendiendo a los obreros;
y un saludo muy sincero
también quiero hacer llegar,
a gran “LIRA POPULAR”,
donde escriben los poetas,
que trabajo en la barreta
de paso voy a contar.

Soy el Verdejo sufrido,
tengo curtido el pellejo
y si aquí, de algo me quejo
es porque harto he padecido;
trabajando he encanecido,
pero no he visto la plata;
conformarse con la lata
que dicen del mentiroso,
trabajando sin reposo
para que otros echen guata.

En el canal “La Pancera”,
es donde ahora trabajo,
pa que tengan los carajos
cachureo en la ladera;
dejando la polvadera
con la pala y la picota,
corre a torrentes la gota
construyendo este canal;
pero el patrón informal
a nadie cumple la nota.

Si se le pide dinero
nos dice: “Plata no hay,
pero pronto va a llegar”,
es la respuesta primero;
no dan vales pal puchero
ni para los alimentos,
puede volarnos el viento
por flacos y desnutridos,
están los niños heridos
por re tanto sufrimiento.

DESPEDIDA

Al fin diré con certeza
no sufriríamos tanto
sin la miseria y espanto
lo grito con gran franqueza;
si ya duele la cabeza
de ver tanta carestía,
por eso yo pido hoy día
la unidad a nuestra clase,
para luchar por la base
con gran valor y porfía.

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