La gran reunión

La gran reunión
Por Manuel Olave, poeta popular de Santiago

CUARTETA

Que yo también me la pueo
paso luego a demostrar
tanteando para no errar
espero no quedar feo.

GLOSA

En este rato en Ginebra
cuatro Grandes “tan tallando”;
la manera están buscando
de hallar al ovillo la hebra;
si el caso no les afiebra,
por el horizonte veo
un porvenir que deseo
como todo pacifista
y saltará a nuestra vista
que yo también me lo¹ pueo.

Ojalá que el arma atómica
sea luego destruida,
y sea un jardín la vida
de esta era supersónica;
que la vida hagan armónica,
que bien podemos gozar,
no hay motivo pa´ pelear
entre negros y amarillos
y es mejor cuidar chiquillos,
paso luego a demostrar.

Sin cañones, sin soldados,
el mundo será un primor
y será una enorme flor
con pétalos sonrosados;
si avanzamos con cuidado
todo se puede alcanzar
y hasta el agua del mar
se hará dulce según creo
–al menos así deseo–
tanteando para no errar.

No andaré tras el dinero
porque ya no me hará falta
y me empacharé con paltas
y con leche allá en Graneros;
lo proclamo al mundo entero
no habrá nunca más baleo
y hasta el negro Timoteo
se hará rubio de gusto
porque ya no tendrá susto.
Espero no quedar feo.

DESPEDIDA

Aunque yo soy un ateo
quisiera llamar a Dios
y con mi humilde voz
pedirle sin más rodeos
que realice los deseos
que ilumina nuestra faz,
una razón que además
dijo el que murió en la cruz
una frase toda luz
que asegura la PAZ.

1  Hay diferencia con la cuarteta.

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