Réquiem de una casta

Réquiem de una casta
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto

El átomo desataron
pa poder sobrevivir
y el mundo solos regir;
ahí mismo se suicidaron.
Los pueblos no acobardaron
y en cambio es hora presente
del fin de los prepotentes
con una ciencia ´e progreso
querían un retroceso
y éso no acepta la gente.

El hombre está más vidente
el capital agoniza;
la religión, que idiotiza,
va en un plano decadente
y, sin embargo, surgente
aluvión incontenible
frena el hombre lo punible
de una casta que ya muere,
se termina un miserere
y el pueblo se hace invencible.

Creían que era posible
ser arrieros conductores,
se creían redentores
por la potencia infalible
del átomo indefectible.
Creían asegurado
eterno pa sí el reinado
de indolente paraíso
y la evolución deshizo
lo que se habían tramado.

Cruel el momento ha llegado
–boomerang de doble muerte–
solos sellaron su suerte,
el cálculo fué fallado,
la ciencia no ha claudicado
en beneficio de viles,
en cambio marchan por miles
los hombres del pensamiento
preclaro el conocimiento
de convivencia y trabajo.

Despotrican a destajo,
lloran y mienten, infames,
y en hipócritos alardes
aferran lo ruin y bajo
queriendo poner atajo
a su fin impostergable
su vivencia miserable
está en tapete de historia,
así, sin pena ni gloria
huyen viles y cobardes.

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A Gabriela con cariño

A Gabriela con cariño
por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto.

Ya volvió la golondrina
que anuncia pleno el verano,
y escucharemos cercano
el piar de las avecillas.

La égloga deslumbra y brilla,
el bosque está entusiasmado
en el agro iluminado
resplandece la gavilla.

El pólen enamorado
en ceremonia sencilla
va preñando las semillas
y hay gran euforia en los prados.

La araña teje alfombrado
un nido de la plumilla
que dieran las palomillas
para hacerlo blanco y cálido.

La reina tiene un regalo
en la colmena amarilla,
en reluciente vajilla
hidromiel purificado.

Hay ronda en el mundo alado
de trinos hay dulce orgía
y hay también algarabía
de plumajes muy variados.

El jardín engalanado
en ronda de alegorías,
de color y poesía
se ha vestido deslumbrado.

Y el cóndor que ha navegado
mil bajeles de neblina,
le ofrendó la muselina
de su cuello altivo y raudo.

Mi verso fluye inspirado
el arpa de su armonía
y arrancan sus melodías
a los bronces los badajos.

El eco ya ha resonado
en los llanos y colinas,
en las neveras andinas
y en el inmenso océano

Ha vuelto la golondrina
mi madrina la proclama
y hago vibrar hechizado
el cordaje de mi lira.

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Recetario satírico

Recetario satírico
(para Rafael Pérez, de Graneros)
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto.

Tomas revuelo en la estrofa
para cantarle a un fantasma
pues me hizo daño en el alma
tu lira tan dolorosa.
¿No ves lo maravillosa
que es natura, sin retoques?
¡Ay! me obligas la convoque
para que espante tu tedio
y como dulce remedio
sin rebuscar musa y toque.

En la selva el alcornoque,
sobre el alcornoque¹,
en el orbe mil abismos,
para el verso mil enfoques;
Que tu lira no disloque
lo musical de lo bello.
Que la imagen sea el sello
de la pluma creadora,
que igual que el ave canora
no sienta jamás el tedio.

No vengo a darte un consejo
Sólo propongo un remedio
para que mates el tedio:
Deja a tu espíritu el estro
y seguro que perplejo,
verás, cómo lo entretiene
la ola que va y viene,
el planeta por su ruta,
los amores, las disputas,
los que piden, los que tienen.

Te asegura que conviene
no rebuscar la palabra
ni la empinada metáfora.
La palabra escrita tiene
un algo que bien se aviene
a una placa fotográfica:
mientras más fluida, más gráfica
al mostrarnos las imágenes,
pero al salirse de márgenes
nos resulta… pornográfica.

Tienes una lira mágica
en tus soles y tus lunas
¡Baña, pues, en tus lagunas
tu alma tan triste y trágica!
Suéltala que vuelve herrática
por bondades o por males
de las cosas terrenales
y feliz te volverá
a la inmensa realidad
sin un tedio que te amargue.

El planeta al deslizarse
por su comba milenaria,
el sin fin de luminarias
en abismos de mirajes,
los cincuenta mil paisajes
que nos brinda el universo,
el alado fluir del verso
y el gusano que te coma,
Dios del caos o la poma:
son motivos contra el tedio.

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Piropo Lírico

Piropo Lírico
(Fragmento)
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto.

Para la mujer chilena
mi verso vibra inspirado
y le canto entusiasmado
a su donaire y belleza.

Le canto con terneza
a su gracia y su hermosura
y sueño con la dulzura
de su cariño y tibieza.

De su regazo el calor
inspiro en alto mi estrofa
por la mujer más hermosa
capullo puro en primor.

Yo voy matando mis penas
con las dulzuras más tiernas,
curvas, caderas y piernas
y bustos que son emblema.

Estoy cantando una endecha
por la mujer ideal,
cuando debiera cantar
el coro de su grandeza.

Alegoría del beso
que va prendido en su boca,
corazón que lo disloca
la flecha del embeleso.

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Nuevos Mandamientos

Nuevos Mandamientos
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto

En el Monte Sinaí
dejó Dios su ley en tablas
y creo se puso al habla
con Moisés que era Rabí.

Esto que escribo yo aquí
–dijo– es mi Ley Mandamiento
quien siga el acatamiento
se librara de sufrir.

Pasan años, mil y mil
y más mil, y el sufrimiento
con más cruel refinamiento
al hombre lo hizo más vil.

Si era Dios tan gran portento
–¿es raro que yo me asombre?–
en las cuestiones del hombre
les fallaron sus intentos.

Después de tanto tormento
de guerras, hambre y horror
la experiencia es lo mejor
pa aprovechar el talento.

Fallaron los Mandamiento
del númen la adoración
pues ahora es la ocasión
de enmendar el desacierto.

En el Monte Sinaí
de las Naciones Unidas
proclamar con fe sentida
del Hombre, la Ley, al fin.

Paz, trabajo en el concierto
de las naciones del orbe
¡y que jamás nadie estorbe
la hermandad entre los pueblos!

La Libertad, un derecho
Cooperación, un deber
¡el hombre lo ha de saber
desde que mama en el pecho!

La justicia y la equidad
que adornen nuestro vivir;
y se alumbre el porvenir
de toda la humanidad.

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Ofrenda

Ofrenda
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto.

No sé cantar con la voz
más, por mí, mi pluma canta
si no trina mi garganta
escuchad mi corazón.

Me inspiró conversación
de las que hecho de menos
ese hechizo es mi veneno
y de él muriera yo.

Cuando mi canto es de amor
triste me sale la endecha
y hace sonora mi queja
la soledad del dolor.

Yo no tengo compañera.
Mi cuarto desordenado
es tan solo y tan helado
como el cubil de una fiera.

A veces me pilla en vela
el aura en la madrugada
tan poco es lo que en la almohada
reclino yo mi cabeza.

Oigo del gallo el cantar
ora suave, ora fuerte
ansina ha de ser la muerte
de intermitente sonar.

Es suma urgencia animal
que’l macho acate el propósito
(imperativos biológicos)
de natura en lo sensual.

Cada especie en su lugar
a su instinto o su manera
ruge en el trance la fiera
y el hombre suele llorar.

Este lo sabe adornar
con mentiras lisonjeras
llevamos la delantera
porque podemos hablar.

Las promesas sempiternas
eufemismos y arrebatos
son guías con que yo ato
el presente a la caverna.

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Apocalipsis

Apocalipsis
por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto

Firmo y acudo al llamado
de las fuerzas de la paz,
temo, por la Humanidad
vil acción de los malvados;
El momento ya ha llegado
de definir posición,
los hombres de promisión
frenarán a los perversos,
que holocausto del universo
harían por su ambición.

En temible comunión
los Caines y los Judas
con las acciones más rudas
al mundo llenan de horror;
hambre, miseria y terror
es su ciencia negativa.
Por la paz, mi rogativa
se hace tema en mi conciencia,
mi verso, con elocuencia
canta al trabajo, al amor.

Paraíso de esplendor
la tierra debiera ser;
El hombre podría hacer
en paz, trabajo y amor;
–Superando al Hacedor–
tantas cosas colosales,
que amplias rutas celestiales
unirían sus inventos,
y la unión de los talentos
desterraría los males.

En reductos infernales
se refugian los canallas
y el dinero y la metralla
con sus dioses más formales;
Y sus ritos fantasmales
de fetiches y de espectros
los acusan del siniestro
pavoroso de la guerra
apocalipsis que aterra
conmoviendo al universo.

¡Y llora conmigo el verso… !
por la muestre están doblando
las campanas, y anunciando
con infame sacrilegio,
–para el bronce y sus arpegios–
los instintos de los viles.
¡Qué caracho! Los serviles
prostituyen los valores
falsos cristos redentores
que procrean los Caínes.

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Para la niña de mis sueños

Para la niña de mis sueños
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto.

¿Adivinas lo que miro
cuando te miran mis ojos?
El beso sensual y rojo
que de tus labios suspiro.
De tu ser, que todo admiro,
me cegaron tus encantos.
No pienso en un desencanto
si en lucidez te mirara.
Eres bella y yo jurara
que eres más por mi quebranto.

No tengo derecho a tanto
como decir lo que digo,
más, no poco, pues dedico
a tu belleza mi canto.
Puedo yo amarte, entretanto.
Sin transgredir la moral
Yo no quiero hacerte mal
con inculcarte el pecado
–virtual desliz adorado
que sólo sueño al cantar.

Puedes, pues, adivinar
lo bien que te admiro y quiero
y te deseo. Soy sincero
y no te haría pecar,
y eso, por no desflorar
de tu belleza, tu honra.
Si te canto, no deshonra
mi pluma tu honestidad,
porque me inspiro, en verdad,
en tu hermosura que asombra.

Eres fugaz, cual mi sombra
que miro al mirar tus ojos,
o el beso en tus labios rojos.
Mas ¡¡Ay…! que el verso no nombra
el azul que me atolondra
de tu pupila encendida
y el blanco que me fascina
de tu cuerpo en esplendor.
Mi verso. ¡Oh! niña de amor
profano y casto iluminas.

Muy difícil golosina,
no por cara o por altiva.
Es mi pecho el que cultiva
el sentimiento que anima,
una pobreza perlina
para mi canto pagano.
No pretendo que mi mano
desgarre tu vestidura.
Sensible es gozarte pura
y es ingrato lo malsano.

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Proclama al rojo

Proclama al rojo
por Manuel Urbano, popular de Puente Alto

Es la hora del amor
que ya alumbra al porvenir
después de tanto sufrir
el hombre, con gran valor
–de la unidad del calor–
otro camino andará
el yugo sacudirá
de los andrajos y el llanto
para entonar sólo el canto
del trabajo y de la paz

Pa toda la Humanidad
más cultura y decencia,
¡Abajo…! la preferencia
¡Arriba…! al fin, la igualdad
El privilegio es maldad
para molicie de viles
corrupción para serviles
ocasión para los Judas,
mordaza para que el que suda
engordando a los caínes

Definidos los perfiles
de una causa redentora,
la clase trabajadora
–sin espadas ni fusiles
sólo en pos de nobles fines–
podrá una valla el espanto
a la ruina y el quebranto
legado de la ambición,
de una cruel explotación
con hambre, terror y llanto

¡Adelante…! asalariados
los del campo y de la mina.
los obreros de la usina,
los marinos, los soldados:
–y los que están sojuzgados
por el dogma o por el mito–
¡Adelante…! un solo grito
para lograr la unidad
ya allí a sellar la hermandad
sin tiranos mi proscritos.

Por la causa ultramontana
de la lucha por el pan
¡Adelante…! el sacristán.
¡Que haga rugir las campanas!
Que enarbole la sotana
el fraile en negra bandera,
para mortaja postrera
de una casta que agoniza.
Ya el porvenir preconiza
realidad y no quimera.

Más sol entre las cementeras
cuajándose en las gavillas
tocadas por la varilla
del hada naturaleza.
Lluvia de pan en la mesa
y bendición en el agro;
La paz, el libro, el taladro
serán los presentes Manes,
de multiplicar los panes.
Entonces será el milagro.

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Alerta Puente Alto

Alerta Puente Alto
Por Manuel Urbano, poeta popular de Puente Alto

Por el vino y por el juego
va Puente Alto dando tumbos
y autoridades sin rumbo
no ponen pronto remedio.
Al obrero echan al medio
garitos y clandestinos.
No me importa ni un comino
que se puedan enojar.
Yo fácil puedo informar
los antros de desatinos.

Puente Alto que es progresista
por su industria y sus obreros
sufre la plaga de vineros
con patente y sin la visa,
y el vicio que idiotiza
unos y otros van de mano
como si fueran hermanos
todos venden en cerrado
y tienen loro encumbrado
que no le avisa en vano.

Falta el pan en los hogares
por culpa de estos derroches
vicio y juego día y noche
sin cesar, esos lugares,
peores que lupanares
hasta el niño corrompiendo
y el presupuesto corrompiendo
de dinero y de moral
y deja que desear
lo que aquí está sucediendo.

También los vengo a culpar
del problema de la vagancia
gente que no tiene estancia
porque la tiene en el bar;
También vengo a denunciar
que es lo más triste y que duele
que en los bailes, los hoteles
las juventudes deshonren;
Hay depósitos “de nombre”
Que por dentro son burdeles.

Pa todo envenenador
el negocio es lucrativo,
nunca falta el comedido
que le salva una sanción;
Tiene alta estimación
que pagan con comilonas;
Parece su regalona
la justicia pa tratarlos,
y a otro comercio por algo
o por nada lo jabona.

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