La cunita

De la poesía popular chilena
La cunita

La cuna de mi hijo
se mece sola,
como en el campo verde
las amapolas.

Este niño pequeño
no tiene cuna;
su padre es carpintero
y le hará una.

En la cuna bonita,
mi niño duerme;
dulces le dará un ángel
cuando despierte.

Duerme, vida mía,
duerme sin pena,
porque al pie de la cuna
tu madre vela.

Pajarito que cantas
en la laguna,
no despiertes al niño
que está en la cuna.

Estrellitas del cielo,
rayos de luna,
alumbrad a mi niño
que está en la cuna.

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El roto sanlunero

Del folklore de Carahue
A pedido de algunos de nuestros lectores, publicamos hoy otra de las composiciones populares recogidas en Carahue por el sabio investigador don Ramón Laval.

El roto sanlunero

Yo trabajo la semana
y el domingo me la tomo,
el lunes tomo a mi gusto
y el martes le pongo el hombro.

A una fiesta popular
un roto a otro convidó.
A una fonda oír cantar
el par de rotos entró.
Uno de ellos preguntó:
– ¿Qué vale la damajuana?
Hasta que quite las ganas
esta noche he de beber,
porque para remoler
yo trabajo mi semana.

La dueña d’esta chingana
era un’india cabezona
retaca, fea y chascona,
que la llamaban La Rana.
Uno de los dos exclama
– Tres días ha que no como,
deme un pedazo de lomo,
mire qu’el hambre me mata
el sábado tengo plata
y el domingo me la tomo.

La casera, presurosa,
le ofreció lo que pidiera:
licor, todo el que quisiera
le serviría gustosa.
Esta acción tan generosa
llenó a los rotos de asombro,
y uno de los dos que nombro
le dijo a prueba de susto
– El lunes tomo a mi gusto
y el martes le pongo el hombro.

Después de beber un trago
pidieron con una ficha
arroba y media de chicha
y una cazuela de pavo.
No pagaron ni un centavo
quebraron hasta las ollas,
usaron d’esta tramoya
los pililos y se fueron,
y a la casera dijeron
Anda, que te pague Moya.

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Los encargos de la democracia

Los encargos de la democracia

Se nos va la democracia
dice: No me gusta Chile
porque aquí son tantos miles
que viven sólo de esperanzas.
Al contratárseme en Francia
vine aquí como rectora
hoy día ya ve, señora,
de Chile se me destierra
se rinde culto a la guerra
y se humilla a mi persona.

– ¿Piensa regresar a Francia? –
– Me gustaría más China.
Prefiero antes de ver ruinas
si es que el dinero me alcanza.
Quiero evitar la matanza
a que es arrastrado Argel
yo debiera estar con él
lo haré si la paz se impone
y renuncian los cañones
a llevar cáliz de hiel.

Me voy antes de ser muerta
ésta es, pues, la realidad.
Cualquiera barbaridad
se va cargando a mi cuenta
si se clausura una imprenta
se persigue o se encarcela
yo tengo que ser la abuela
que mire a los nietecitos
jugar a los soldaditos
cuando hacen la triquiñuela.

Por eso me voy comadre,
le encargo la Libertad
que Dios se lo pagará
o ella cuando llegue a la grande.
Déle pan si le da hambre
y proporciónele techo
que no carezca su lecho
del abrigo indispensable
que yo desde Buenos Aires
pienso mandarle unos pesos.

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Del folklore de Carahue

Del folklore de Carahue

Don Ramón A. Laval, famoso estudioso de la lengua y especialmente de nuestro folklore, publicó en Madrid en 1916 su obra “Contribución al folklore de Carahue”, obra que fué producto de una detenida visita al mencionado pueblo, donde don Ramón recogió de boca de antiguos habitantes la mayoría de los versos, medicina, refranes, adivinanzas, frases y juegos infantiles que forman el libro. El acucioso estudio de Laval es una obra indispensable para los estudiosos del folklore. De sus páginas extractamos las poesías populares que se reproducen: “La Semana” y el “Verso de Niño”.

 

La Semana¹

El lunes de la semana,
saliendo a pasear Inés,
me encontré con la inhumana;
dije, rendido a sus pies:
-Señorita, si me admite,
el corazón le daré.
Me respondió con sonrisa:
-Ahora no puede ser;
mañana al anochecer.

El martes, siguiente día,
en mi puerta me paré,
y en su aporte parecía
más un ángel que una mujer.
Yo le dije: -señorita,
lo prometido de ayer.
Me respondió con sonrisa:
-Ahora no puede ser;
mañana al anochecer.

El miércoles por la tarde;
saliendo yo del café,
iba con su madre al lado,
¡Ay de mí! ¡Si la hablaré!
Alargué el paso y le dije:
-Señorita doña Inés…
Me respondió con sonrisa:
-Ahora no puede ser;
mañana al anochecer.

Jueves, me vi precisado
a hablarle con altivez;
saludéla atentamente,
muy ufano y muy cortés,
y le dije: -Señorita,
modere usted su esquivez.
Me respondió con sonrisa:
-Ahora no puede ser;
mañana al anochecer.

El viernes por la mañana
temprano me levanté,
corriendo me fui a su casa,
que iba a salir la encontré,
y luego, al punto, ella, al verme
sin aliento dijome:
-Caballero, voy de prisa,
mañana al anochecer.

Llegó el sábado, que un siglo
me llegaba a parecer,
y enternecido le dije:
-Señorita, ¿me ama usted?
Si me ama, yo la amo;
no me haga morir, cruel.
-Consuélese, dice entonces,
que ahora no puede ser;
mañana al anochecer.

El domingo memorable
corriendo la fui a encontrar.
La muy ingrata me dijo:
-Caballero, a descansar;
toda la semana entera
se permite trabajar;
más, por la Iglesia Romana,
el domingo ha de guardar.
Caballero, vaya a andar.

Verso de niño²

Monroy, Monroy,
el aceitero,
muerto lo llevan
en un arnero.

Como el arnero
estaba roto,
muerto lo llevan
en un poroto.

Como el poroto
estaba viejo,
muerto lo llevan
en un pellejo.

Como el pellejo
estaba lanudo,
muerto lo llevan
en un embudo.

Como el embudo
tenía aceite,
muerto lo llevan
a San Vicente.

San Vicente
estaba cerrado,
muerto lo pasan
por el tejado.

La mortaja
importaba un real
muerto lo pasan
p’al hospital.

El hospital
tenía piojos
lo pasaron
por un rastrojo.

El rastrojo
tenía rocío,
lo pasaron
por el río.

El río
tenía much’agua,
lo pasaron
por Pencagua.

Donde mueren
tantos viejos
y donde nacen
tantas guaguas.

1  p 129-131
2  p. 59-61

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Los versos del terremoto de 1906

Los versos del terremoto de 1906

Un muchacho recluido en la Casa Correccional que después se llamó Escuela de Reforma, escribió algunos versos alusivos a la catástrofe de Valparaíso el año 1906. Estas se cantaban en los bares del puerto y en las cantinas de la calle San Pablo, hasta hace 15 años, junto con “El vals del Teniente Bello y “La tragedia del Angamos.

Los rotos de la calle San Pablo al son de guitarra y varilla con tapas de botella, otras veces con acordeón y tablillas de mano, cantaban estos versos:

En la República de Chile
De mil novecientos seis
Hubo un fuerte terremoto
La noche del diez y seis

Y la noche estaba oscura
Como estaba el firmamento
Y la tierra se movía
Con grande estremecimiento

Se pararon los tranvías
Se cortó la electricidad
Y Valparaíso ardía
Que era una calamidad.

CORO

Aquí estoy yo,
Y yo también.
Como en la noche
Del diez y seis

La gente clama despavorida
Con hambre y sed sin tener comida

Aquí estoy yo
Y yo también
Como en la noche
Del diez y seis

Y los chicos y los grandes
Se ponían a llorar
Cuando vieron el incendio
En el barrio El Almendral

En la plaza de la Victoria
Y en una calle central
Fusilaban a la gente
Como reos criminal

Emilio Dubois quería
Arrancarse de su suerte
Por los crímenes tenía
Un patíbulo y la muerte

Esa noche temblorosa
Abrió en la celda un forado
Con el ansia dolorosa
Maldició estar engrillado

Aquí estoy yo
Y yo también
Como en la noche
Del diez y seis

Valparaíso ciudad
Puerto perla destruida
La noche del año seis
Por la suerte maldecida.

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A Pedro de la calle

A Pedro de la Calle
(Poeta Popular de Ñuble)

Yo te apoyo tu llamado
que haces Pedro de la Calle,
desde Arica a Magallanes,
está lleno de poblados;
mandarán sus delegados
de toditas las regiones
y traerán resoluciones
para darle fortaleza
a esta pesada empresa
en toditos los rincones

Es el pedido constante
de no vivir como chanchos
que se saquen de los ranchos
a millares de habitantes
Mas, nos dicen al instante
con burla y con desprecio:
“les costará bajos precios
terrenos se están ampliando”
y seguimos esperando
nosotros los muy re necios.

Por eso los pobladores
en Congreso Nacional
reunidos sin vacilar
nos verán muchos “señores”
de los más amplios sectores
van soportando este mal
que no han querido arreglar
por falta de iniciativas
de esferas gubernativas
que todo lo han hecho mal.

Vendrán representaciones
de las Juntas de Vecinos
y también los callampinos
de toditas las regiones
y darán informaciones
con valiente claridad
al desnudo la verdad
porque nada se ha cumplido
y por todo eso yo pido
reforzar esta unidad.

DESPEDIDA

La mujer un débil lirio
dentro de la inmunda choza
con el alza de las cosas
la vida le es un martirio,
muchas entran en delirio
con sus hijos abrazados
a canales se han tirado
aburridos de la vida
es la tragedia del día
y se burlan los malvados.

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Lo que fué nuestro Primer Congreso

Lo que fué nuestro Primer Congreso

Con un éxito brillante, del cual dieron cuenta todos los diarios y revistas de la capital, se desarrolló el Primer Congreso Nacional de Poetas y Cantores Populares de Chile, que tuvo una concurrencia de 62 poetas y cantores de diversas regiones del país.

En la primera sesión plenaria se aprobó por unanimidad la proposición para el Presidium de Honor, que quedó constituido por los siguientes nombres de gloriosos poetas populares. El Mulato Taguada, Bernardino Guajardo, Rosa Araneda, Liborio Salgado, El Ruiseñor Curicano, Maclovio Fuentes, Abraham Jesús Brito y Raimundo Navarro Flores, y por los siguientes poetas cultos: Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Angel Cruchaga Santa María, que fuera presidente de la AICH, cuando esta institución encargó a uno de sus miembros la biografía y antología de Brito.

Para la presidencia efectiva del Congreso fueron designados por unanimidad: Agueda Zamorano, Diego Muñoz y Rafael Martínez Navia, de Santiago; Miguel Luis Castañeda, de Cogotí; Edison Grandón, de Concepción; Juan II Placencia, de la zona del carbón; y Edmundo Lazo, de Valparaíso. Como secretarios fueron designados: Hugo Amador, de Santiago; Gregorio Ponce, de Concepción; y Roberto Bugueño, de Viña del Mar.

El jueves 15 de abril, a las 19 horas se realizó la sesión inaugural en el Salón de Honor de la Universidad de Chile, ante una numerosa y selecta concurrencia, entre la cual se anotaban las siguientes personalidades: don Evaristo Molina, de la Sociedad Folklórica; Juan Marín, presidente de la Sociedad de Escritores; el dramaturgo y eminente folklorista, Antonio Acevedo Hernández; Tomás Lago, Director del Museo de Arte Popular; el poeta y folklorista, Nicanor Parra; el pintor, Fred Jarvis, Director de la Academia “Renoir”; la señora xxx1 Bruna, funcionaria del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Chile; la conocida cantante y folklorista, Margot Loyola, y numerosos intelectuales, periodistas, estudiantes y obreros.

En este acto, la presidenta de la Sociedad de Poetas Populares, Agueda Zamorano, leyó un discurso en verso: luego recibió el homenaje de los delegados, expresado en un hermoso canastillo de flores, que puso en sus manos Roberto Bugueño, quien habló en nombre de las delegaciones de provincias, saludando al Congreso. El eminente poeta culto Pablo Neruda, saludó a los poetas en un bellísimo poema especialmente compuesto para esta solemne oportunidad, y recibió una ovación de todos los presentes. Finalmente, la conferencia de Diego Muñoz, sobre “La poesía popular chilena”, fue ilustrada con recitaciones de Maria Maluenda y Roberto Parada, quienes fueron repetidamente aplaudidos por sus interpretaciones verdaderamente maestras de la poesía popular antigua y moderna.

El viernes 16, en la Sala de Conferencias de la Universidad, a las 19 horas, un numeroso público, entre el cual se anotaban las mismas personalidades descritas anteriormente asistió a la conferencia el eminente folklorista, don Raúl Silva Castro, titulada “Nociones históricas sobre la décima glosada”, que fue ilustrada por las actrices del Teatro Experimental, Claudia Paz y Berta Mardones, quienes fueron repetidamente aplaudidas.

El sábado 17, en la misma sala y ante un púbico igual, Inés Valenzuela, directora de esta LIRA POPULAR, dio lectura a su conferencia “Acerca de la vida de los actuales poetas populares”, a través de la cual fue presentando a diversos poetas asistentes que subieron sucesivamente al escenario para recitar sus propias composiciones; los versos de algunos ausentes fueron leídos por Roberto Parada. La admiración y el cariño del público se expresaron en largos aplausos para cada uno de los grandes poetas que iban siendo presentados. Además, en conocimiento de la penosa situación que afligía al poeta Pedro González, de Rancagua, asistente al Congreso, el público organizó espontáneamente una colecta, que arrojó en pocos momentos una suma cercana a los 1.800 pesos.

Finalmente, la sesión de clausura del domingo 18, en la misma sala, tuvo relieves de grata sorpresa para el público asistente, pues hubo canto “a lo divino”, por Juan Herrera y Eduardo Castro; de Agueda Zamorano, acompañada de Ismael Sánchez; un contrapunto de dos razones entre Lázaro Salgado y Luis Castañeda, y por último una palla entre Lázaro Salgado, de Valparaíso; e Ismael Sánchez, de la Candelaria.

En esta sesión Agueda Zamorano dio cuenta del trabajo realizado por las diversas comisiones; dio a conocer algunas de las resoluciones más importantes, y clausuró el Congreso, expresando su fe en un éxito mucho mayor aún para el Segundo Congreso Nacional, que deberá celebrarse el año próximo.

El banquete, que se sirvió a continuación, fue un verdadero derroche de ingenio, pues no cesaron de levantarse los poetas, unos tras otros, para improvisar brindis y alusiones. En el almuerzo hicieron uso de la palabra varios asistentes, entre los cuales destacamos al señor Evaristo Molina, de la Sociedad Folklórica; y Juan Vargas Puebla, dirigente nacional obrero.

Las resoluciones del Primer Congreso las daremos a conocer en una próxima oportunidad. En cuanto al Directorio de la Unión de Poetas y Cantores Populares de Chile, fueron elegidos por aclamación los siguientes poetas:
Presidenta, Agueda Zamorano, de Santiago.
Vicepresidente, Francisco Ruz, de Valparaíso.
Vicepresidente, Juan II Placencia, de Coronel.
Tesorero, Rafael Martínez Navia, de Santiago.
Secretario General, Hugo Amador, de Santiago.
Secretaria de Organización, Inés Valenzuela, de Santiago.
Secretario de Relaciones, Diego Muñoz, de Santiago.
Director, Miguel Luis Castañeda, de Corgoti.
Director, Julio Solís, de Chimbarongo.
Director, Juan Herrera, de Quillota.
Director, Ricardo González, de Viña del Mar.
Director, Edison Grandón, de Concepción.

1  Ilegible en nuestro ejemplar.

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El cosechero

El cosechero

NOTA.- Esta composición nos fué enviada por el poeta Alejandro, de Linares, quien la oyó de boca del señor Juan Morales, de Llepo, provincia de Linares. Esta composición es, sin duda, antigua y se ha conservado por tradición oral. Pedimos que si algún lector sabe la despedida, tenga a bien enviárnosla para completar esta hermosa décima.

En una piedra frondosa
yo tengo un palque plantado
cuando está recién regado
da unas flores muy hermosas:
da margaritas y rosas
almendras y peras chinas
en las tardes da manzanas
en las noches da avellanas
y guindas por la mañana
muy buenas para las niñas.

Yo también tengo un maitén
vivo con él muy a gusto
me dicen que no da fruto
cosecho cebada y mey;
los cosecheros por hey
que dicen que se envanece,
yo les digo les parece
se da como un zapallar
cuando se cansa de dar
da papas, cocos y nueces.

Niuno de los cosecheros
me ganarán a sembrar
en una tierra muy buena
he de plantar un peral;
en medio de un pedregal
que se riegue con los soles
el dé lechugas y coles
también los ricos membrillos
tamién dé para cercar
trigo, boldo y espinillo.

Planté un sauce de Castilla
porque se me hizo preciso
da el bosque por carretadas
y por cargas el carrizo;
esto es tener beneficio
esto es mucha maravilla
da guidón y da varilla
da totora y da mostoza
pa levantar una casa
planté un sauce de Castilla.

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Frente a frente

 

 CANTA EL AGUILA  CONTESTA EL CONDOR
Casi todos tus hermanos
se están poniendo insolentes;
pretenden que yo no mande
el buque en el continente.
Robaste ya demasiado,
tus culpas no más pagáis;
o bien nos tenís respeto,
o pa juera te largáis.
Ballivián me convenía,
pues me entregaba un tesoro,
pero el pueblo me lo echó
y puso a Paz Estenssoro.
Agora vos ayudaste
pa dar un golpe de Estado
pero el pueblo boliviano
te lo dejó reventado!
Los obreros bolivianos
se me han parao en 2 patas,
¡ya verán lo que les pasa
por venirme con bravatas!…
Obreros y campesinos
se están armando por miles
pa defender el estaño
con su sangre y sus fusiles!
En el Perú tengo bases
suficientes pa atacarlos:
no he de cejar en mi lucha,
¡tengo que domesticarlos!…
Los pueblos americanos
ayudan al del Perú;
de allí echarán tus lacayos
y con ellos saldrás tú.
Parece que en toda América
los indios se están alzando,
pero de un grito a toditos
los dejaré tiritando!…
También en el Paraguay
te espera un buen puntapié;
libertaremos al líder
del pueblo Obdulio Barthé!
Cuidate vos de ponerme
más colérica y frenética;
no me hablís de relaciones
de vos con la Unión Soviética.
A vos no te pido ná;
en mis cosas yo decido:
lo exijo pa bien de Chile
y tendré que ser oído!
¡Calla, Cóndor de los diablos,
porque me das mala espina,
ya que Stalin recibió
al Ministro de Argentina!
Muy cordial fué la entrevista
y sobre ella te hablaré;
pero agora estái pal gato,
otra vez te pallaré!

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Frente a frente

 

CANTA EL AGUILA  CONTESTA EL CONDOR
Yo celebré el Año Viejo
como un año muy fecundo:
haciendo grandes matanzas
y robando en todo el mundo.
Se celebró el Año Nuevo
en el Mundo Socialista
con todos los adelantos
de ese mundo progresista.
Mi pueblo estuvo tranquilo
con su estómago liviano,
ayudándome a ganar
en el conflicto coreano.
Con hambre querrás decir,
Águila de moledera
pues tuviste que afrontar
5.000 huelgas obreras.
No andan bien mis relaciones
con mi amiga Gran Bretaña
parece que el comunismo
ha sembrado la cizaña…
Cállate, Águila embustera
a nadie podís culpar
tiraste tanto la cuerda
que ya se te va a cortar
El pueblo inglés está flaco
pero Churchill, muy rechoncho;
si a Washington ha venido…
¡algo trae bajo el poncho!
Si ha llegado con cuchillo,
vos lo recibís con dos
con Eisenhower y Truman,
cuál de los dos más veloz!…
No sé qué puede querer
conmigo el gringo allecagüe…
¿Querrá conquistar a Truman
o darme vuelta a Eisenhower?
Ya le sacaste su ayuda
política y militar,
y agora en la economía
vos lo querís degollar!
Pa eso los ayudé:
para que se entreguen atados,
con sus fuentes de riquezas,
sus colonias y mercados.
¡Bien conocemos tu ayuda
y el “aceite” con que aliñas:
todo lo hacís con tu qué,
pa a tu maldita rapiña!…
Cóndor mal agradecido
te ayudo porque sos pobre:
gracias a mi capital
se puede explotar el cobre.
¡Miren que ayuda tan linda!…
Eso se llama zarpazo;
no sabís más que robar:
te llevai pan y pedazo.
Yo filántropa no soy
ni ayudo por caridá:
yo quiero grandes ganancias
y máxima utilidá.
Eso no se llama así,
eso se llama saqueo,
o en tratándose de vos
mejor decir COGOTEO!
En Chile yo exijo poco,
¡pa que lo voy a negar!…
…solamente que todito
vos lo querís controlar!
En el Comercio Exterior,
aí sí que soy exigente…
…querís agarrarlo todo
y vender vos solamente!
En cuanto al otro problema:
Relaciones Exteriores…
…en el Mundo Socialista
no querís embajadores.
Los privilegios que en Chile
siempre se me han respetado…
…querís verlos intautitos
y ojalá más agrandados!
En cuanto se relaciona
con el Pacto Militar…
…ya sé que vai a decir:
“no lo debe desahuciar”.
En cambio, la Ley Maldita,
que ha dado tanto que hablar
…esa ley vos no querís
que la puedan derogar
En cuanto a la Democracia
y en cuanto a la Libertá…
…una ha de ser perseguida
y la otra degollá!
¡Y en cuanto a los Comunistas
quiero que los quemen vivos!…
…¡Pa comerte a los demás
querís ese aperitivo!
O sea que, en buenas cuentas,
y hablándote de lo mismo…
…lo que querís imponer
es que siga el CONTINUISMO!
¡Por la pucha que sos vivo,
me habís dejado asombrá!…
¡Augeriándome las pallas
me dijiste la verdá!…
¡Yo soy el Cóndor Chileno,
cómo no hei de conocerte,
si hei visto que donde llegas
llegan el robo y la muerte!…

…y el cóndor se le va encima cantando:

Y ahora déjame hablarte
en décimas bien redondas,
decir lo que corresponda,
pues necesito aclararte;
conmigo vai a ensartarte
no acepto la sumisión,
libre quiero a mi Nación,
progresista y soberana
luchando con mis hermanas
por nuestra Liberación!

Ya surge el gran Movimiento,
el de nuestra Independencia,
y aquí te hago una alvertencia
para tú conocimiento;
ha de llegar el momento
que devuelvas mis riquezas,
que yo en mi Naturaleza
el bien del pueblo hallaré
y a vos de aquí echaré
como ladrona confesa!

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