Los encargos de la democracia

Los encargos de la democracia

Se nos va la democracia
dice: No me gusta Chile
porque aquí son tantos miles
que viven sólo de esperanzas.
Al contratárseme en Francia
vine aquí como rectora
hoy día ya ve, señora,
de Chile se me destierra
se rinde culto a la guerra
y se humilla a mi persona.

– ¿Piensa regresar a Francia? –
– Me gustaría más China.
Prefiero antes de ver ruinas
si es que el dinero me alcanza.
Quiero evitar la matanza
a que es arrastrado Argel
yo debiera estar con él
lo haré si la paz se impone
y renuncian los cañones
a llevar cáliz de hiel.

Me voy antes de ser muerta
ésta es, pues, la realidad.
Cualquiera barbaridad
se va cargando a mi cuenta
si se clausura una imprenta
se persigue o se encarcela
yo tengo que ser la abuela
que mire a los nietecitos
jugar a los soldaditos
cuando hacen la triquiñuela.

Por eso me voy comadre,
le encargo la Libertad
que Dios se lo pagará
o ella cuando llegue a la grande.
Déle pan si le da hambre
y proporciónele techo
que no carezca su lecho
del abrigo indispensable
que yo desde Buenos Aires
pienso mandarle unos pesos.

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