Mi suegra, la fiera

Mi suegra, la fiera
Por Rafael Pérez Cabello, poeta popular de Graneros

Mi suegra es re maciza
pesa ciento ochenta kilos;
yo sudo sin tomar tilo
y al verme se encoleriza;
tiembla el suelo cuando pisa,
la llaman la vieja clueca,
porque su voz es re hueca
y tiene nariz de echona,
unas polleras rabonas
pa lucir las piernas chuecas.

Es harto grande su boca,
un buque puede tragarse,.
Fíjense, sin asombrarse,
bigotes tiene la foca.
Al verla risa provoca,
sus dientes salen pa´ilante
cual colmillos de elefante,
si parece el mesmo diablo,
y está casá con Juan Pablo,
un viejo chico y tunante.

A mi casa yo al llegar
medio cureque y cantando,
a mi mujer preguntando
que tenía pa almorzar,
mi suegra al oírme hablar,
en cólera se desata.
Me pegó por las re chuatas
una tanda de esas gruesas,
y en mi espinazo a una mesa
le quebró las cuatro patas.

Entre medio aturdión,
más ligero que una flecha,
la pesqué yo de las mechas
pero jué pa pior, iñor.
Mi suegra con  gran furor
pescó un plato re gruesazo
y me dió de garrotazos
con ayuda de mi suegro;
me hicieron ver burros negros,
de unos que hay muy grandazos.

En la rosca macanúa
mi suegra a mí me gritaba
y abría hartazo la jaba
pa decir, taba desnuda.
Esto no lo pongo en dúa,
puede pasarle a cualquiera.
Yo le rajé las polleras
y una chomba colorá,
que un turco le dejó fiá,
a mi suegrita la fiera.

Enredao en mi chqueta,
al suelo yo me caí,
sentándose encima ´e mi
mi suegra me dió otra fleta,
con una de sus chancletas
que se sacó de una pata;
me pescó de la corbata
para poderme ahorcar;
pero me pude escapar
de esa vieja tan pirata.

Ayer cayó enfermaza;
dice le duele un riñón,
y que tiene el corazón
toito tapao ´e grasa;
pero a mí no me la pasa
aunque en llanto esté deshecha,
porque haré harto bien hecha
una manda pa que muera
y el diablo, quiera o no quiera
se la lleve de las mechas.

Y en la noche del velorio
harto yo voy a bailar
de gusto, voy a cantar
muy fuerte como tenorio.
En medio de un gran jolgorio
le voy a ir a enterrar
y al hoyo la voy a echar
con gustazo boca abajo
pa que vaya más pa abajo
por si se quiere arrancar.

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