El preceutor

El preceutor
por Zoilo Camela, poeta de Santiago.

CUARTETA:

El preceutor es un santo
que se dedica a enseñar;
de él se ríen los bribones
por su honradez y bondá

GLOSA:

Desde prencipios del mundo
el preceutor ha vivío
hambriento, pobre y hundío
a su trabajo fecundo
lo mira con un profundo
desprecio el adinerao.
y el gobernante encumbrao
lo trata como a la broza;
por soportar estas cosas,
el preceutor es un santo.

En la Antigua Edá remota
Jué esclavo, como es sabío,
y lo azotaban tupío
cuando el alumno era idiota;
mas después su vía es otra,
y en l’Edá del Medioval,
mesmamente que un juglar,
es ambulante y hambriento
el apóstol macilento
que se dedica a enseñar.

Este al ver cómo florece
la inteligencia del niño,
siente el inmenso cariño
que su trabajo le ofrece;
pobre y feliz envejece
satisfecho de sus dones,
porque son sus ambiciones
sólo de noble altruismo,
por eso, con gran cinismo,
de él se ríen los bribones.

Tanto los capitalistas
y demás explotaores
del trabajo de los pobres,
no le despegan la vista;
y hasta algunos periodistas
serviles del capital
lo denigran sin piedá
por combatir la codicia
por su amor a la justicia,
por su honradez y bondá.

DESPEDIDA:

En fin, chiquillo leutor,
sí querís ser un rangoso
y darte la vía ‘el oso,
estudia pa dictador
lairón u acaparaor,
hacendado o prestamista,
banquero o contrabandista,
funcionario potentado
o sirviente paniaguado
pero no pa normalista.

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