No hay que meterse en pleitos de casados

No hay que meterse en pleitos de casados
por Camilo Rojas Cáceres, poeta popular de Pupuya.

CUARTETA

A un pleito de dos casados
de intruso me jui a meter
y juí a parar al cuartel
con los dos ojos morados.

GLOSA

Al sentir un griterío
en la casa ‘e mi vecina
vide que la muy indina
peliaba con su marío;
como soy acomedío
ya verán lo que hey sacao:
los dos ojos machacaos
un chichón aquí en la frente
eso por ir a meterme
a un pleito de dos casados.

La mujer sin ni refajo
el hombre sin calzoncillo
la gritería ‘e chiquillos
ya echaban el rancho abajo:
se pegaban sin barajo
el hombre con la mujer
si es de contar y no creer
lo que me paso por leso
agora digo por eso
de intruso me juí a meter.

Cual quiltros enfurecíos
se fueron en contra mía
mientras ella me decía:
que intruso y entrometío
si me pega es mi marío
que te venís a meter
entonce sin saber ler
me dieron la mansa fleta
por ser tonto, leso y jeta
y juí a parar al cuartel.

La vieja con un zapato
me daba sin descansar
y cuando me iba a parar
me abofetiaba el bellaco;
pero llegaron los pacos
y me dije: –estoy salvao–
pero los muy condenaos
me echaron la culpa a mí
y en el chucho amanecí
con los dos ojos moraos.

ESPEDIDA1

Al fín, salí bien molío
por ser leso y por barbeta
pa otra vez no me meta
entre mujer y marío:
tres días tuve metío
en el cepo y en la barra
bien sujeto y con amarras
por el tremendo delito
cuando volví, los benditos
juntos andaban de farra.

1  Errata del impreso, debiera decir “DESPEDIDA”

Volver