Lo que vio un poeta

Lo que vió un poeta
Por Hermógenes Ramírez, Poeta Popular de Rinconada de Doñihue

CUARTETA

Vi una preciosa sandía
de muy grandes dimensiones
donde vivían leones
calculen como sería

GLOSA

Eché patas al camino
por un frondosago bosque
plantado de alcornoques
con alerces y espinos.
Yo iba cual peregrino
con hambre que me roía
una sed que me rendía
resecándome la boca,
cuando allí, sobre una roca
vi una preciosa sandía.

Corrí con gran ansiedad
buscando unos leñateros
y así con dos mil hacheros
la partí por la mitad.
Era tal la oscuridad
que prendí unos hachones
y seguí por socavones
y al salir vi unos terneros
pastando en unos potreros
de muy grandes dimensiones.

Oí varios alaridos
y vi muchos animales
que luchando como tales
estaban enfurecidos
ahí mismo retorcidos
unos grandes culebrones
que eran todos cabezones
y usaban sendas melenas
y también unas cavernas
donde vivían leones

La sombra que proyectaba
me tenía intranquilo
Allí no crecía el quilo,
ni una maleza se daba
pero aún más me asombraba
una pepa que tenía
que con lo que yo sabía
nunca la pude medir
menos la pude partir;
calculen como sería

DESPEDIDA

xxxx¹
que creen en mis palabras
pues vi un rebaño de cabras
y un rebaño de corderos,
como cuatro mil carneros
para más sorpresa mía
y conste que en este día
también vi a Pedro Urdemales
domando unos animales
adentro de la sandía.

1  El ejemplar está roto.

Volver