Lamentos de un desgraciado

Lamentos de un desgraciado
por José Pino Toro, poeta popular de San Fernando

CUARTETA

Mándame quitar la vida
si es delito el adorarte
yo no he de ser el primero
que muere por ser amante.

GLOSA

Ingrata mal pagadora
a quien te ha querido tanto
no he podido con mi llanto
de ser tu amante, traidora;
mi corazón gime y llora
al ver a mi alma afligida
en un pesar sumergida
y en un continuo batallar1
mándame a quitar la vida.

Desde que te conocí
nunca he dejado de amarte
con un amor delirante
que me hace mucho penar;
cuando te llego a encontrar
me da miedo saludarte
con el solo mirarte
me dejas muy acholado
como si fuera un malvado
si es delito el adorarte.

Con contestación muy poca
me esperanzaste, tirana
regálame hoy o mañana
un si de tu linda boca;
aunque mi esperanza es poca
dichoso me considero
ya ves que me desespero
y la suerte me maltrata
en sufrir por una ingrata
yo no he de ser el primero.

Cuando salgo a trabajar
padeciendo de continuo
andando por el camino
triste me pongo a llorar;
porque no te puedo hablar
ni mucho menos mirarte
y al verte tan inconstante
pienso dejar de existir
pa que tengan que decir
que muero2 por ser amante.

DESPEDIDA
Por fin vengo a suplicarte
ablandes tu corazón
y me concedas perdón
por atreverme yo a hablarte;
al verme tan suplicante
y cansado de esperar
dijiste: “voy a pensar”
y nada has dicho hasta aquí
tampoco me contestaste
la carta que te escribi.

COGOLLO3

Me llaman el José Pino
nieto ‘el finao Pascual
por fuerza me han de querer
que no les pagaré mal;
purísimo angelical
mi cuerpo es muy inocente
todo esto lo hago presente
otórgueme la mercé
porque si no lloraré
las lágrimas a torrentes.

1  Errata del impreso, falta una línea.
2  No corresponde con la cuarteta.

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