Así me hicieron

Así me hicieron
por Pedro María Tejos, poeta popular de Valparaiso.

CUARTETA

Yo soy duro entre los duros
suavecito entre los blandos
cuando amanezco cantando
se alegran hasta los muros.

GLOSA

Nací al laíto de un risco
cerquita de un arroyuelo
y dormí en el puro suelo
mirando de frente al quisco;
crecí altanero y arisco
al guapo puse en apuros
temprano salté los muros
buscando la libertad
pa combatir la crueldad
yo soy duro entre los duros.

Yo vi suavizar el yugo
pa no lastimar el buey
mas fui con duro cordel
azotao por verdugos;
vi amarrao al tamarugo
y con la espalda sangrando
a más de un pobre llorando
y dije: lo que hay que hacer
es ser duro con el cruel
suavecito entre los blandos.

Cuando pa peliar me apresto
estudio el golpe certero
sé que quien pega primero
lleva ventaja en el resto;
jamás abandono el puesto
y soy flexible accionando
me barajo y voy pegando
lleno de fe sin orgullo
con la esperanza en el puño
cuando amanezco cantando.

Y cuando alumbra la aurora
me echo resuelto al camino
que pa forjar el destino
hay que ser justo en la hora:
dar el tranco sin demora
con firmeza y sin apuro
yo sé que el dique mas duro
cede al oleaje que crece
que cuando el alba florece
se alegran hasta los muros.

DESPEDIDA

Le canto al alba que viene
y al risco que vi primero
al resplandor del lucero
y al verdugo que me hiere:
sé que injusticias requiere
el pueblo pa rebelarse
y cuando lo vean alzarse
con su tea y su bandera
yo cantaré en su trinchera
por él, mi mejor romance.

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Estoy esperando

Estoy esperando
Por Pedro Maria Tejos, poeta popular de Valparaiso.

Septiembre de la esperanza
me dijo: tu día llega
cambiara tu vida, espera,
espera con fe y confianza;
vi terminar mi desgracia
y esperando esperé
pero la promesa fue
como muchas solo canto,
y en medio de mi quebranto
estoy esperando ¿qué?

Y algo ha cambiado mi vida
algo ha avanzado mi muerte
siento rasguñar más fuerte
su garra sobre mi herida;
hoy es menos la comida
que cuando el canto escuché,
y es menos de lo que fué
mi ilusión en la promesa,
hay menos pan en mi mesa
estoy esperando …¿qué?…

Subio el precio el aceite
en un sesenta por ciento
de un quince será el aumento
de mi sueldo mensualmente;
y sigo siendo paciente
aunque se cumple al revés
vendrán más alzas después
hasta hacerme reventar
ya me empiezo a preguntar
estoy esperando … ¿qué?…

Han subido los arriendos
y esto no lo ataja nadie
y se ha lanzado a la calle
a algunos pobres, lloviendo;
con esto que se está haciendo
se está quebrando mi fe
por eso hoy grito ¿por qué?
se engaña de esta manera?
ahogándome en la miseria
estoy esperando …¿qué?…

DESPEDIDA

Subió la carne y la harina
la luz, el gas y el carbón,
los generos y el jabón
la leche y las medicinas;
el Pueblo vive en la ruina
y su salvación no vé
su esperanza va otra vez
derecho al despeñadero
y yo con el Pueblo, espero:
estoy esperando…¿qué?

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Deshojando margaritas

Deshojando margaritas
(Por Pedro María Tejos, poeta popular porteño)

CUARTETA

Por el senderito verde,
deshojando margaritas,
va ella tejiendo ensueños
al caer de las hojitas

GLOSA

Me quiere mucho, decía,
y seguía deshojando;
poquito, decía cuando
a otra hojita requería;
y nada…, después decía,
y en vago mirar se pierde,
que si el comienzo fué alegre
el final le da dolor,
mientras va soñando amor
por el senderito verde.

En la medida que avanza
la duda se va adentrando
como un martillo golpeando
el cristal de su esperanza;
y siente que su confianza
disminuye y se marchita
y que algo interior le grita
contrario a su sentimiento
pero sigue a pasos lentos
deshojando margaritas.

Triste duda la embargaba
al medir la diferencia
entre ella y él, a conciencia,
cada día más lo amaba;
él nació en cuna dorada,
entre fulgor y destellos,
y ella sus primeros sueños
los durmió sobre un jergón;
por eso, entre confusión,
va ella tejiendo ensueños.

El bosque que la miraba
y el río que la seguía
habíanla visto un día
en que su amor le entregaba;
y ahora que ella dudaba
del galán, yendo a la cita,
siente que el bosque le grita
que era mentira el amor,
y lo confirma la flor
al caer de las hojitas.

DESPEDIDA

No te seques, manantial,
se dijo ella suspirando,
yo habré de vivir amando
par curar este mal.
“Ama”, le dijo el raudal
del río, en fugaz canción;
“ama tu desilusión”,
le dijo el nido y la cuna;
“ama”, le dijo la luna,
que sublime es el amor.

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