Asaltos a las panaderías

No hay ladrón tan soberbio
que al panadero se iguale,
esta verdad equivale
a los más viejos proverbios;
de punta ponen los nervios
su abuso y sus tropelías,
por eso hace pocos días
la gente los asaltó
y una paliza les dió
que muy bien la merecían,

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