A las avecillas

Los grandes poetas
A las avecillas
Por José Hipólito Casas Cordero
NOTA: Esta versión oral es un valioso aporte que agradecemos al señor José Núñez, de Santiago.

CUARTETA:

Cuando el sol va entrando
las aves emprenden vuelo
en busca del dormidero
pasan bandadas volando,

GLOSA

Gorjean las avecillas
adorando al mundo entero
y el ministro verdadero
les bendice la semilla;
giran su vuelo por millas
por los campos traficando
punto por punto volando
por pampas, lagos y ríos
y después buscan su nido
cuando el sol ya se va entrando

Yo vi cuatro cazadores
escalando una colina
buscando el ave más fina
y atormentando las flores;
los pajarillos cantores
tenían cubierto el suelo
adorando al dios del cielo
con un cántico armonioso
y ante el estruendo espantoso
las aves emprenden vuelo

Toda hierba vegetal
se matiza en el invierno
y la sabia es el gobierno
de aquella planta frutal;
también el reino animal
se viste en aquel sendero
y el salvaje carnicero
caza y se lleva al cachorro
y el ave se interna al morro
en busca del dormidero

En la primavera brilla
un prado verde y galán
y en el monte el huracán
arrasa con lo que pilla;
busca el sol la maravilla
con su aroma perfumado
siguen las aves trinando
cánticos de dulce acento
por busca del alimento
pasan bandadas volando.

DESPEDIDA:

Al fin, pues, en el invierno
o al menos en el otoño
las plantas crían retoños
en su muy divino averno;
todas tienen su gobierno
en su color delicado
el botánico afamado
cortar una flor desea
de continuo se recrea
viendo aquel lindo alfombrado.

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