Brindis en el carbón

Brindis en el carbón
Por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel

POR LOS PIQUES “LAS ARENAS”
Brindo dijo –en “Las Arenas”
un minero de los piques–
Soy de saltón más que un quique
cuando estoy en la faena;
Yo por mi patria chilena
no me duermo en los laureles
soy el que más entre fieles
nadie me puede atajar
hasta ver carbón llegar
a mentados jureles.

EL DE JUAN NEMECIO:
Dijo un minero al brindar,
que se llama Juan Nemecio:
Me miran con menosprecio
porque soy de este lugar;
Soy también un popular
en los chiflones y en piques
valiente como cacique
p’a trabajar con afán
como siempre me verán
que lo que hablo no es palique.

EL DE UN FUTBOLISTA:
Brindo como futbolista
de la zona del carbón.
Cuando llega a mí el balón
lo hago perder de vista.
Me gusta ser deportista,
bien tallado como obrero
y al jugar de delantero
me aplauden por mi actitud,
Doy la cuenta por mi club
hasta diez goles por cero.

DE UN PESCADOR:
Brindo, dijo –un pescador
de estas partes puchocanas–
Soy de la sangre araucana
y el mar es todo mi amor;
Pesco el pez al por mayor
con mis anzuelos y arañas.
Soy popular por mi hazaña,
mas, si el cuerpo tengo malo
lo compongo con robalo
revuelto con buenas cañas.

POR TODOS:
Brindo de aquí hasta Lirquén
para el Sur, Lebu y Cañete,
Ramadilla y Laraquete,
Curanilahue y Pehuén;
Por Colico y por Quelen
Schwager, Lota en el carbón,
Carampangue, que es región
delicias de agricultores;
Esto es brindar, pues, señores
desde Arauco a Concepción.

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Tragedia de Semana Santa en las minas de Schwager

Tragedia de Semana Santa en las minas de Schwager
Por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel

La catástrofe infernal
que hubo aquí entre los mineros,
fue sentida en Chile entero
como un duelo nacional.

GLOSA

Hubo gran consternación
por sucesos ocurridos
a tantos pobres caídos
por la fatal explosión;
el gas grisú del carbón
cruel enemigo mortal
extendió todo su mal
en labores Cauquenes
siendo por lo que contiene
la catástrofe infernal.

Nueve de Semana Santa
de una mañana de abril
en forma horrorosa y vil
se perdieron vidas tantas;
Con esto asombra y espanta
lo pasado y venidero
pues tan dignos compañeros
ya no se verán jamás.
Fue un desastre e’ Satanás
que hubo aquí entre los mineros.

Cayeron en la faena
Burgos, Fernández, Oñate,
Chamblás, Espinoza, Olate,
Benites, Marquez, Aravena;
Cuando tocó la sirena
se presintió el desespero
Murió Monsalves, Viveros
y el jefe Muñoz Cisterna.
La desgracia en la caverna
fue sentida en Chile entero.

Quince fueron destrozados
con Faúndez y Panés
y Moraga que antes pues
fué también carbonizado;
El destino despiadado
causó el dolor general
por todo el caso fatal
fuera de heridos e ilesos
que conmovió hasta el Congreso
como un duelo nacional.

DESPEDIDA

Se vieron parlamentarios
y un cortejo impresionante
jamás visto nunca antes
cuando mueren proletarios;
dirigentes, funcionarios,
lo más digno del presente.
De Lirquén otros dolientes
en sesenta mil, lo menos
probando así que el chileno
marcha unido, alta la frente.

De esta semana al final
de angustia y de pavor,
Coronel tuvo el dolor
más profundo y sepulcral;
Es en este mineral
donde mueren por enjambres
que por combatir el hambre
queda eterno en la memoria
el que en vez de cantar gloria
se forman llantos de sangre.

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Carta de un campesino a su amada

Carta de un campesino a su amada
Por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.

Discúlpeme, señorita
por si me hallara hostigoso,
yo deseo ser su esposo,
me gusta su personita;
Quiera Dios y alma bendita
me resulte como quiero,
la amo de cuerpo entero
mucho más que Juan Tenorio,
porque hay pa mi casorio,
vacunos, chanchos, corderos.

Como en estas líneas digo
si en algo a mí se m’escapa
tengo una siembra de papas,
arvejas, porotos, trigo;
Tengo parientes y amigos
y pa el amor yo soy fiel,
mi fundo es como un vergel
pa pasearlo a voluntad
como se usa en la ciudad
y que llaman luna e’miel.

Tengo vaquillas, terneros,
viñas, quintas, cementeras,
novillos, vacas lecheras,
como chivos y carneros;
bueyes, caballos y aperos,
y poncho e’lindos colores
un jardín de bellas flores
tengo también a mi modo.
Será la dueña de todo
si hace caso a mis amores.

No me mire por fantoche
esto es la pura verdad
por usté me hallo capaz
de arar hasta en medianoche
Le compraría auto y coche.
En demostración de halago,
cuestión que en tiempos de pago
aunque no truene y no llueva
este guaina se la lleva
desde su tierra a Santiago.

DESPEDIDA:

Al fin como es mi deseo
cuando se encuentre en mi aldea
pues todo lo que usté vea,
es de su ñatito feo;
Cuando la saque a paseo
por montes, valles praderas,
gozará sus primaveras
como ninguna en el campo
montada en buenos mancos
que tengo pa las carreras.

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Ante un confesionario

Ante un confesionario
por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.

Padrecito: –me robé,
el mango de una cuchara,
una chaucha con dos caras,
y la mitad de un corsé;
de un peso tan solo un diez,
los corriones de una ojota,
una bacinica rota,
el arco de una tetera,
la tapa a una cafetera,
y el cordón de una pelota.

¿Qué más hijo, habéis robado?
–Me dijo el cura confuso–
Robé un peine ya sin uso,
y la caja de un candado;
robé un tarro desfondado
y el junco de una raqueta,
de un purgante la receta,
el coco de una bombilla,
las cartas de una chiquilla,
la talla de una escopeta.

¡Malo eso!… Pero siga…
termine su confesión.
El fuelle de una acordeón
las hilachas de una liga,
de un pan duro, sólo migas,
y as puntas de un pellejo,
canastos, gangochos viejos
y las alas de un sombrero,
robé un cajón basurero
y las chalas de un verdejo.

Pa mayores tentaciones
también le robé a mi taita
la tira de una alpargata
y toditos los botones;
la paja de los colchones,
las mangas de un chaqueta
un cuello de camiseta,
las cañas ‘e los calcetines,
la cola ’e los volantines
y el varal de una carreta.

DESPEDIDA

Al final en un farra
ya se me pasó la mano,
le levanté a otro paisano
el brazo de una guitarra;
de un botecito, una amarra,
también me la embolsiqué,
y por eso pido a usté
perdón, por tanto pecar.
Cura:  –¡Tendrás que rezar
cien rezos en cuatro pies!

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Celebración de bautizos

Celebración de bautizos
Por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.

Esto pasó en Santa Juana
celebrando unos bautizos
que fue de un par de mellizos
que tuvo la Sinforiana;
entrada de charqui e´ rana
y visitas hubo al lote;
sirvieron papas con mote,
escabeche y salpicón,
pescá seca hecha salmón
y chancho con aliñotes.

Con compadres y padrino
se hizo la fiesta criolla
camarones en la olla
y chuicos llenos de vino;
fueron todos los vecinos
como invitados de honor;
dieron la nota mayor
comiéndose el estofado
que tenían preparado
con guatitas y color.

Entre platos favoritos
para comer y tomar
llevaron del rico mar
locos, piures y choritos;
alegres estaban toditos
y a salud de los penecas
dispusieron bailar cuecas
con la Pancha y la María,
fueron las damas del día
aunque eran medias chuecas.

Arqueábanse como alambres
sin que pudieran fallar,
pero no falta el hablar:
después de la fiesta el hambre;
y prosiguen los pelambres
por toda la redondez;
que pasó por fin después
de armarse la rosa gruesa,
empezó por la cabeza
y terminó por los pies.

DESPEDIDA

Al final de la tal farra
se originó un lío padre
se enojaron las comadres
y más parecían chicharras;
los demás haciendo barra
en vez de cortar el mal
se extendió fenomenal
y fue curioso en sus modos
que resultó al fin de todos
la nota sensacional.

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Por los mineros del carbón

Por los mineros del carbón
Por Jorge Obrero del Carbón y Juan II Placencia, poetas populares de Coronel.

Como pueta ‘e la región
escribo con todo esmero
por los heroicos mineros
de la zona del carbón;
por lo valientes que son
cuando se meten al hueco,
con manche, charra y huameco
fuera de equipo sencillo
hablando sin baratillo
no habrá quien los pare en seco.

Con el gorro en la cabeza
y su lámpara encendida
no temen perder la vida
por trabajarle a la empresa;
así hablando con franqueza
es el roto más sufrido
es el minero aguerrido
como ninguno quizás
es el hombre más audaz
debe ser reconocido.

Desde apir a barretero
son hombres de mucha acción
para extraer el carbón
jamás han tenido un pero;
son los hombres más sinceros
hablando con amplitud,
no temen al gas grisú
u otro peligro indicado
aunque al año son premiados
sólo con la gratitud.

El trabaja sin cesar
en varios kilometrajes,
en los cortes y en rebajes
muy adentro, bajo el mar;
él sabe su patria amar
con todo su corazón,
él defiende su nación
en toda su gran jornada,
con manche y a veces nada,
porque así es su condición.

Con ocho horas cotidianas
como mísero gusano
se arrastra este ser humano
por las partes más mal sanas;
desde el turno ‘e la mañana
hasta el turno nochero
de la mina me refiero
nunca deja ‘e continuar
este hombre por trabajar
para ganarse el puchero.

Yo conozco sus labores
porque yo estoy en lo mismo
en los profundos abismos
donde se sufren los dolores;
yo conozco los rigores
del más pobre proletario
por ese sustento diario
que no da pa’ mantenerse;
como así no puede verse
pide aumento de salario.

El va siguiendo la veta
desde que ha sido cortada
a él no le importa nada
que así sea su planeta;
por algo es de sangre neta
de verdaderos patriotas
y aunque le corra la gota
diariamente de sudor
sabe a buen juicio y amor
que es hombre de la gran nota.

Desde que baja al chiflón
ya su designio es fatal,
si no llega al hospital
pasa derecho al panteón;
tal es la vida del peón
del que nace pa sufrir
hay razón para pedir
por sacrificio y afán,
un mendrugo más de pan
porque peligra el vivir.

El hombre que huacha el carro
y el pobre enmaderador,
todos tienen su valor
por servicial y bizarro;
si el hombre fué hecho de barro
no es justo ser despreciado
porque del sudor, mojado
lo verán todos los años
siempre con su desengaño
que pueda ser mejorado.

Al fin, dignos compañeros
ya tendré que terminar
este verso popular
del sufrimiento ‘el minero;
de silicosos postreros
en este montón yo integro,
pero en cambio yo me alegro
porque hay fe de patriotismo
y ser uno de los mismos
que acarrean oro negro.

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Al pueblo araucano

Al pueblo araucano
Por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.

CUARTETA

Glorioso pueblo araucano
de legendarias memorias
tienes brillantes historias
por luchas de tus hermanos.

GLOSA

Te canto con emoción,
desde el pueblo e’ Coronel
donde me radico en él
como hijo del carbón,
te canto de corazón
aunque de un bajo pantano,
pero tengo un soberano
pecho de noble medida
Y que comprende tu herida
glorioso pueblo araucano.

Sé que has pedido el aporte
y te han oído de lejos,
de tus hermanos verdejos
que hoy son más que resortes,
te admiran de sur a norte
noble raza meritoria
que has dado a Chile gran gloria
con tus poderes heroicos.
Tienes paisajes estoicos
de legendarias memorias.

Por tus proezas y hazañas
de activa raza bravía
admiran tu gallardía
que no teme a la guadaña;
ante aquella gran España
no fuiste ninguna escoria
tus hermosas trayectorias
reinaban con harta tinca
de tus afamados huincas
tienen brillantes historias1.

Como la flor del copihue
que ha sido siempre afamada
aprecian tu tierra amada
donde cantan los chirigües,
y tus bosques de coligues
gualles robles y avellanos,
eres lugar soberano
y no has perdido el anhelo
por la virtud del canelo,
por luchas de tus hermanos.

DESPEDIDA

Al fin por tu gran afán
aplaudo tu patriotismo
por tu amor y optimismo
y por los pasos que dan;
hijos de Caupolicán
no son de sangre ordinaria
y con tu lucha unitaria
que demuestra valentía
habrás de obtener un día
la ansiada Reforma Agraria.

1  Hay diferencia con la cuarteta.

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Celebración de bautizos

Celebración de bautizos
Por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel

Esto paso en Santa Juana
celebrando unos bautizos
que fue de un par de mellizos
que tuvo la Sinforiana
hubo entrada e’ charque e’ rana
y hubo visitas al lote
sirvieron papas con mote
escabeches, salpicón,
con pescá, como salmón
carne e’ chancho en abarrotes

Con compadres y padrinos
se hizo la fiesta criolla,
camarones en la olla
y chuicos llenos de vino;
fueron todos los vecinos
como invitados de honor
dieron la nota mayor
comiéndose el estofado
que tenían preparado
con guatitas y color

Entre platos favoritos
para comer y gustar
llevaron del rico mar
locos, piures y choritos
y alegres estaban toditos
celebrando a los penecas,
dispusieron bailar cuecas
doña Pancha y la María
como chiquillas del día
aunque ya eran medias cluecas

Arqueábanse como alambres
de tanto y tanto bailar;
pero no falta el hablar
después de la fiesta, el hambre;
y prosiguen los pelambres
por toda la redondes
qué paso por fin después
de armarse la rosca gruesa,
que empezó por la cabeza
y termino por los pies.

DESPEDIDA:

Al final de esa farra
se originó un lío “padre”
se enojaron las comadre
y parecían chicharras;
los demás haciendo barra
en vez de cortar el mal
y el boche fenomenal
fue curioso en cierto modo
pues resultó al final de todo
la nota sensacional.

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Brindis de un futbolista de la zona del carbón

Brindis de un futbolista de la zona del carbón
Por Jorge, obrero del carbón, poeta popular de Coronel

Brindo como futbolista
de la zona del carbón
porque somos de actuación
grande como deportistas;
conocidos a la vista
pues nunca nos achicamos
ni al grande si lo enfrentamos
como lo hace Colo Colo
que somos de polo a polo
unos cracks cuando jugamos

De futbol somos puntales
como buenos chuteadores
no nos quitan los ardores
de chutear gol y penales;
lo hacimos en los minerales
aunque el rival sea bueno
lo enfrentamos muy sereno
y con muchas pretensiones
porque nuestros corazones
son los de todo chileno.

Y es por eso que en deporte
salen ras pal futbolista
con buen árbitro activista
quedamos de muy buen portal
jugando de sur a norte
no nos ganan por entero
nuestros wines delanteros
la línea media y los backs
son en conjunto unos cracks
pa defender al arquero

De estos versos que brindamos
con cariño al mineral
tenga aplauso general
por el fútbol que jugamos;
y el prestigio de este ramo
viene de meter el gol
no esperamos que haiga sol
siempre somos colosales
y pa chutear los penales
no tomamos ni Agripol

DESPEDIDA

Al fin brindo en forma activa
por hinchas de esta región,
y son dignos de atención
los socios y directivas;
brindis de triunfos y vivas
que en los tiempos venideros
serán más grandes, espero
con prestigio y honradez
de lo que ha sido y lo que es
orgullo de Chile entero.

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Verso por la carestía

Verso por la carestía
por Jorge Obrero del Carbón, poeta popular de Coronel.

El tiempo mal se ha portado
‘tamos peor que penitentes
sufriendo cual San Clemente
con todo lo que ha pasado;
no hay cosa que no han alzado
de comprar no quedan ganas
llega a tiritar la pana
de ver la gran carestía
nos ahorca día a día
por más que el pueblo se afana.

Me he fijado del Gobierno
del finado Aguirre Cerda
que fué en alas de la izquierda
par sacarnos de este infierno;
pero, ¿qué pasó?, un eterno
recuerdo e consternación
se nos fué para el panteón
este hombre de confianza
que dejó sólo esperanza
de hacer digna la nación.

Doime a pensar con tristeza
en tantos acontecimientos
sino son malos intentos
es la gran naturaleza;
se me rompe la cabeza
de ver sufrir mi nación
si parece maldición
que hereda este continente
y aunque luchamos de frente
no nos falta tentación.

Tanto Gobierno que ha habido
toditos de mala suerte
si me amarga hasta la muerte
ver a Chile siempre herido
de todo lo acontecido
hablo y no digo macanas
pasan desgracias humanas
o nos mandan penitencias
pero agota la paciencia
el vernos siempre de parias.

DESPEDIDA

Ayer Pacto Militar
hoy con la Ley Tributaria
con tanta cosa contraria
¿dónde vamos a llegar?;
o el mundo se irá a acabar
lo digo bien asustado
con este paso cambiado
hacia un abismo fatal
nos vamos a despeñar,
al borde ya hemos llegado.

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