Pallando con el diablo

CANTA EL DIABLO  CONTESTA EL PUEBLO
Ganas te veo de hablar
de mi amiga favorita;
esa que tanto ha servido
y que llamó Ley Bendita
Para yanquis y oligarcas
pa vos será bendita:
o que es para todo el pueblo
siempre fue la Ley Maldita
Cuarenta mil ciudadanos
con esa ley yo borré,
y pa que los desborraran
al Senado se fue usté.
Maniobró la oligarquía
en una forma asquerosa,
dejando en la democracia
aquella mancha oprobiosa.
La votación del Senado
tómala con seriedá;
no fué cosa de maniobra:
fué pura casualidá.
 Fué conspiración siniestra,
un plan de cínica audacia
en contra de Chile entero
y contra la democracia.
Se opuso la gente honesta,
patriótica y distinguida,
gente muy social cristiana
y muy diabla y muy sabida.
Tenis razón, Satanás,
son gentes de tu boliche;
contigo al yanqui ayudaron
a robar cobre y caliche.
Ya vas a meter al yanqui!
¡Mejor, déjalo tranquilo!…
Conmigo se porta bien,
por eso le doy asilo.
 Si te hablo en contra del yanqui
es por su audacia inaudita;
su Embajada no dejó
derogar la Ley Maldita.
¡No le faltís el respeto
al Señor Embajador,
que además de gran amigo
fué mi mejor instructor!
En él instructor tuviste,
hablái con toda razón;
él metió la Ley Maldita
pa dominarla Nación.
¿Derogarán esta ley,
puesto que ya el continuismo
entre diez mil maldiciones
cayó redondo al abismo?
Tal yanqui y la oligarquía
latifundista y bancaria
esta ley que yo detesto
la tienen por necesaria.
Entonces quiere decir
que no la derogarán
y que cueste lo que cueste
esa ley la mantendrán.
Hazle un parao, Satán,
y oye lo que te diré:
con mi lucha incontenible
yo mismo la aplastaré.
Cállate, roto insolente,
esa ley se salvará:
el yanqui y el oligarca
ayuda me prestarán.
Yo con desfiles y mitines,
con paros y telegramas
haré ver mi voluntad
y lo que el pueblo reclama.
Pero dime, condenado,
¿por qué la ley repudiar?
¿por qué mejor no obedeces
y calleuque te quedai?
Esa ley me trajo el hambre
carestía y opresión,
y no pararé en mi lucha
hasta su derogación.
Veremos quién puede más
en esta dura porfía:
si vos, roto tirillento,
o el yanqui y la oligarquía.
Esa ley la repudió
la voluntad nacional,
y yo daré a ese mandato
su cumplimiento cabal.

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