Cantando por puro gusto

Cantando por puro gusto
por Don Juan del Valle

(Al poeta campesino)

A ti, poeta del campo,
que sabes de sufrimientos
y que has oído contento
de un zorzal el dulce canto,
que sabes de los encantos
de septembrinos albores
en que un chamanto de flores
visten todas las praderas,
deja que por vez primera
yo le cante a tus amores.

(Tu china)

Sobre un pedazo de cielo
brillando las Tres Marías
y tú a la china quería
le canturriai tus anhelos;
mientras lloran desconsuelo
las notas de un guitarrón
y te late el corazón
cuando la vez tan relinda,
con su boquita de guinda,
con su carita de flor.

Cubre un pañuelo de seda
su pelo negro y rizado
donde el viento entusiasmado
juega a veces y lo enreda;
pañuelo hermoso de seda
como su cuerpo que anida
una honrada y noble vida
donde bulle una ilusión,
donde pide un corazón
unirse con otra vida.

(Tu guitarra)

Le dice a tu linda china
que ella es tesoro preciado
cuando gime el entorchado
o cuando llora la prima;
su voz es ave que trina
sobre el maitén tempranera,
que te acompaña a cantar
es ella la compañera
al fresco y verde alfalfar,
y al corral y a la tranquera.

(Tu caballo y tu perro)

Con ellos voy por los campos
saboreando algún pesar
o entonando algún cantar
pa olvidar algún quebranto;
han tenido como manto
también el cielo estrellado
cuando por ái acampao
debes quedar cuando vas
de algún animal detrás
que a otro lugar ha rumbiao.

DESPEDIDA

Por fin, termino, poeta,
tú que encuentras impresión
al cortar de tu podón,
al crujir de la carreta;
y al llevar entre la horqueta
el monte pa’l corralón,
yo quisiera tu perdón
si muy bien no resultaron
estos versos que brotaron
del fondo’ e mi corazón.

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