El clamor del campesino

El clamor del campesino
Por Pedro González, poeta popular de Rancagua

CUARTETA

Rechitas la payasá
que nos apreta el patrón,
nos achica la ración
y es relarga la jorná.

GLOSA

En cuanto empieza a aclarar
aunque esté recalientito,
con mi vieja a mi laito,
me tengo que levantar,
a tientas tengo que andar
y en vez, a pata pelá
no le importa al patrón, ná
él nos trata como bueyes
atropellando las leyes.
Rechitas la payasá.

El obrero santiaguino
sin tener gran compromiso
donde quiera come un guiso
y su copita de vino;
al revés el campesino
muy sentado en un terrón
saboreando la ración
como un alma pordiosera.
Si supieran la manera
qué nos aprieta el patrón.

Como si fuera concurso
en todas partes iguales
nos tratan como animales,
nos cantan como Caruso,
porque oyeron un discurso
“aprétense el cinturón”,
hoy por eso mi patrón
practica la tiranía
y sin piedad cada día
nos achica la ración.

El jornal es harto poco,
esto no tiene control,
trabajo de sol a sol
haciéndole harto moroco;
a mi lado como loco
el paquito siempre está
haciendo muy amargá
la existencia de mi vida
con agua y sal la comida
y es relarga la jorná.

DESPEDIDA

Aquí termino invitando
a un obrero santiaguino
a que cuente su destino
y qué vida está pasando;
yo le seguiré cantando
paso a paso, codo a codo,
lo que hoy cuento no es todo
queda mucho que decir,
si razón me quiere pedir
se las daré de algún modo.

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