De oficios varios

De oficios varios
Por René del Cerro.
Poeta popular de Linares

En Aysén fui peluquero
de las ovejas barbonas
jefe de los indios onas
en Tierra ‘el Fuego primero;
en Puerto Montt fui lanchero
en Osorno diputado
allá en la Unión abogado
en Valdivia estucador
en Corral fui leñador
y en Loncoche potentado.

Fui en Temuco adivino
bajo una carpa gitana,
en Lautaro palangana
en Victoria juez de caminos,
en Traiguén vendía vino
en Angol cauceo de chancho
en los Ángeles jefe de rancho
en Concepción fui pintor
en San Rosendo actor
y en Chillán actué de gancho.

En Linares vi la suerte
con las barajas marcadas
a Talca fui de pasada
y actué de jefe terrestre;
en Curicó fui maestre
en Rancagua hábil jinete,
fui en Santiago falsete
con el rango de mandarín
de la Moneda rondín
y capataz del Gabinete.

Estuve en Viña del Mar
y fui un hábil ruletero
en Valparaíso remero
en Serena dueño de bar,
tuve en Coquimbo bazar
en Antofagasta soldado
en Tarapacá jubilado
en Atacama inspector
fui en Arica payador
y en Pisagua relegado.

DESPEDIDA

Les diré al despedirme
que fui barretero en Lota
en Tomé as de pelota
y de Cañete gendarme,
en Talcahuano al irme
dejé la Capitanía
harto oficié letanías
en un convento Agustino
hoy vago pobre, sin tino,
enfermo y en cesantía.

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Ya vienen las elecciones

Ya vienen las elecciones
por René del Cerro, poeta popular de Linares

CUARTETA:

Con mucho bombo y platillo
se anuncian las elecciones
ágil danza de millones
rodea al pueblo sencillo.

GLOSA:

De sur a norte están prestos
los candidatos diversos
ya en el mes de marzo
se renueva el Parlamento,
promesas a granel por cierto
a esto siempre da brillo,
libre de paja y polvillo
siempre llegan a la meta
aquellos que usan la treta
con mucho bombo y platillo.

Dan ganas de vomitar
al ver la cínica pose
de aquellos que por su roce
nada saben respetar;
de democracia sin par
hablan en peroraciones
y al llegar a los sillones
hacen de ella el reverso
con punto, coma y suspenso
se anuncian las elecciones.

De pronto se amabilizan
se sonríen y dan abrazos
con el pueblo unen lazos
y sus problemas profundizan;
****²
al hacer estas ***²
quieren usar a sus peones
como fácil mercancía
se refleja esta manía
en ágil danza de millones¹.

¡Cenáculos de invertidos
que prostituyen conciencias
y profanan la decencia
con su oro corrompido!
Cual ovejas dan balidos
para atraer carnerillos
le muestran hondos bolsillos
a cambio de su opinión
miseria y descomposición
rodea al pueblo sencillo.

DESPEDIDA:

En medida de tanta vileza
el pueblo exige justicia
acabar con la inmundicia
y que haya en patria grandeza;
candidatos van sin riquezas
honradas gentes diversas
dispuestas a dar sus fuerzas
en bien del proletariado
y acabar los negociados
en este mercado persa.

1  Difiere de la cuarteta.
2  Ilegible en nuestro ejemplar.

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Sinfonía de la calle

Sinfonía de la calle
Por René del Cerro, Poeta Popular de Linares

La tarde ya va cubriendo
de arrebol el horizonte
y el músculo pujante
va sus labores dejando;
parecen ir resonando
cantos del deber cumplido
pero se nota el gemido
en sus rostros macilentos.
La cruda realidad enfrento
en mi verso dolorido.

Por la calle tumultuosa
de overoles va un desfile
tiznados hombres por miles
de rudas manos callosas.
Se oye la voz dolorosa
de un anciano pordiosero
mientras el rico usurero
hace el balance del día
y sube la sinfonía
del concierto callejero.

Empleados y oficinistas
abandonan su quehaceres
después de hacer los haberes
al burgués o al prestamista
Parecen ir optimistas
con sus rajes bien lucidos,
pero marchan pensativos
recoradndo acreedores
o quizás en los albores
de algún sueño constructivo.

Un viejito organillero
hace sonar su instrumento
pero se los lleva el viento
sus gemidos lastimeros;
en el bar hay hervideros
de humana gente que toma
discuten, ríen, hacen bromas,
sobre cualquier nimiedad
desde muy temprana edad
el pueblo allí se amontona.

Y va esparciendo sus sombras
la noche que se avecina
y mi lira se encamina
al burdel que nos asombra;
un débil farol alumbra
el rostro de las rameras
cubren su faz verdadera
de comercial intención
culpable de esta situación:
la sociedad entera.

Se oye la voz indecisa
de cierto predicador
que dice que es pecador
el que no ora ni va a misa
nombra a Dios en su premisa
alza las manos al cielo
pero es vano su desvelo
pues el nada soluciona.
¿Para qué el cielo ambiciona
si la verdad está en el suelo?

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Dulce patria

Dulce patria¹
por René del Cerro. Poeta Popular de Linares

¡Patria! escucha mi verso
junto a peumos y olivos olorosos
mientras el sol esplendoroso
inunda tus campos tersos;
idílico Edén de mi universo
estoy de pie para ofrendarte,
canto de paz a tu estandarte,
a tus hijos, a tus mares y desiertos.
De allí donde ruge el viento
he venido, patria, a saludarte.

De aquellas remotas gestas
donde el indio altivo fué
heredastes la altivez
de aquella raza enhiesta;
luego tiño la floresta
de roja sangre patriota
cuando el godo con su bota
perpetuaba su mandato,
pero a ese rey insensato
Patria, le diste respuesta.

Otros después conspiraban
queriendo hollar mi país
pero no cambia el matiz
bajo tus cielos que azulan
torrentes de oro circulan
después que vino la paz,
el norte abrió su faz
dando fértil mineral
y brilló el dorado trigal
sobre su suelo feraz.

El mundo valoró tus dones
de madre naturaleza
y te brindó con presteza
fraternidad de naciones,
entre tus bellas acciones
orgullo del pabellón
el verso de tu canción
va señalando sincero
ofreciendo al extranjero
asilo contra la opresión.

Desde la pampa ardiente
hasta el gélido insular
viniéronse a cobijar
exiliados y emigrantes;
pero algunos visitantes
algunos digo, no todos,
quieren pagar a su modo
y dejan cierto infortunio
al usar en su premio
cobre, salitre y yodo.

¡Oh! dulce patria hermosa
con tus costas dilatadas,
ya vislumbro la alborada
cual estrella luminosa.
Hay un pueblo que te endiosa
sólo desea tu bien
que la paz cubra tu sien
sin mácula y con honor
y arome el aire la flor
del rojo copihue, también.

1  El título y autor los deducimos, ya que está roto el ejemplar

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Homenaje a EL SIGLO

Homenaje a EL SIGLO
Por René del Cerro, poeta popular de Linares

CUARTETA:

Eres digno mensajero
de toda justa verdad.
Tus páginas, claridad
que guía nuestro sendero

GLOSA:

EL SIGLO. Tal es tu nombre
te remontas en alturas
pa decir la verdad pura
para informar a los hombres;
desde aquella alta cumbre
vas señalando sincero
la lucha de los obreros
por un mejor bienestar.
Nadie se atreve a negar
que eres digno mensajero¹.

¿Quién no siente ansias leer
tus artículos de fondo
que plantean lo más hondo
de mil problemas por ver?
¿Quién no siente renacer
su fe de fraternidad
si en el campo y la ciudad
informas de entendimiento?
Eres el fiel instrumento
de toda justa verdad.

De muy lejanas regiones
algo tienes que informar;
pero siempre en tu lugar
contra las humillaciones;
implacable en las acciones
desnudando la verdad,
criticas toda crueldad
del soberbio explotador
En ese puesto de honor,
tus páginas, claridad.

Cuando quieres estigmar
con ironía mordaz
mal se sentirá el rapaz
con el ridiculizar;
“Don Inocencio”, en el mar
de tallas, muy zalamero
revelación en su género
junto con “Jem” y Punzón”
de sabrosa información
que guía nuestro sendero.

DESPEDIDA:

AL final de este homenaje
en pro de la prensa obrera
es EL SIGLO su lumbrera
en virtud de su coraje
Nada pueden los ultrajes
del plumario imperialista
falsos monjes guerreristas
que venden patria y honor
y defienden con ardor
los ropajes tiranistas.

1  Hay diferencia con la cuarteta.

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Una pregunta a los poetas

Una pregunta a los poetas
Por René del cerro, Poeta Popular de Linares

CUARTETA:

Hago esta pregunta urgente
que me contesten quisiera,
¿Por qué tratan como fieras
a lo mejor de la gente?

GLOSA:

Herida mi voz la siento,
pulso doliente mi lira,
en honor del que suspira
allá en Pisagua desierto;
sé que no le falta aliento
pues son espíritus fuertes
No es condición del valiente
gemir en imploración.
¿Por qué otra vez represión?
Hago esta pregunta urgente.

Pese a toda la amargura
de la vida cotidiana,
jóvenes, niños y ancianas
rodeaban con ternura
al que hoy en la celda obscura
pasa las noches enteras,
Esto mi ánimo altera
y pido una explicación
por esta contradicción

que me contesten quisiera.

Tienen ellos su consigna
esforzados progresistas
cuya meta es la conquista
de una vida justa y digna;
la injusticia les indigna
y luchan, no por quimeras
dando sus vidas enteras
por esta causa preciosa,
y a esta gente juiciosa
¿Por qué tratan como fieras?

Son obreros esforzados
manuales e intelectuales
dignos hijos principales
de este país aherrojado;
son los puntales que ha dado
el proletariado consciente
que aventará el remanente
del feudo capitalista,
¿Por qué persiguen en listas
a lo mejor de la gente?

DESPEDIDA:

Al fin saludos anoten
los miles de perseguidos
y todos los que han sufrido
por este nuevo Iscariote,
serán los primeros brote,
en esta dura jornada,
mas, la lucha organizada
vencerá al prepotente.
Escuchad mi voz potente
¡¡No estái solos camaradas!!

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Fúnebre plegaria

Fúnebre plegaria
por René del Cerro, poeta popular de Linares.

Llegará seguro el día
que termine mi existencia
y se esfume mi presencia
de sobre esta tierra fría;
no habrá entonces armonía,
en mis músculos ya tiesos;
no habrán coronas, ni rezos,
ni campanas que se toquen
cuando en un rosario choquen
mis huesos con otros huesos.

Será una tarde intermedia
de invierno o primavera,
que la muerte majadera
ponga fin a mi tragedia;
la vida es una comedia
–dicen con filosofía–,
y yo digo que sería
al tener buenos actores
y a la vez espectadores
en escenas sin orgías.

Serán funerales tristes
los míos en lo ritual;
sin pésame en lo formal,
ni sollozar de dolientes;
pero en los campos ardientes
de tardes crepusculares,
las aves en sus nidales
trinarán de sentimiento
al no oírse en el viento,
el collar de mis rimares.

Al viejo sepulturero
que habrá de cavar mi fosa,
donde no crecerán rosas
haré un encargo postrero;
que trabaje con esmero
y me encierre silencioso
en lo más hondo del foso,
y no llegue el capital
con su máquina infernal,
a perturbar mi reposo.

Al final de mis plegarias
de fúnebre inspiración
a los poetas pido acción
y las plumas libertarias;
ardor en la lucha diaria
por un mundo más humano,
donde no hayan tiranos,
miserias, ni más peleas,
pa cuando este vate sea
el festín de los gusanos.

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Esta noche quiero embriagarme

Esta noche quiero embriagarme
Por René del Cerro, poeta popular de Linares.

CUARTETA

Con esta copa de vino
he de embriagarme, lo juro,
y entre mis labios la apuro
con mi cantar cristalino

GLOSA

Sirva licor cantinero
que esta noche fría y gris
quiero arrancar de raíz
todas las penas que encierro;
perdonen si hoy entierro
mi problema en el camino.
No es que dude del destino,
del humano Creador.
Quiero calmar mi dolor
con esta copa de vino.

Yo no aborrezco la vida
la amo cual madre al hijo
y por sus leyes me rijo
en esta humana partida;
pero esta noche dormida
nada diré del futuro.
Del presente cruel y duro
hablaré si no me pierdo
y entre copas y recuerdos
he de embriagarme… lo juro¹

Yo sé que no valgo nada
Pobre y deshojado lirio
y ése ha sido el martirio
de mi juventud marchada;
y en esta noche estrellada
de cielo azul y tan puro
saltaré todos los muros
de sociales apariencias.
La copa con impaciencia
entre mis labios la apuro.

Por eso quiero embriagarme
para así olvidarlo todo,
al mendigo en el recodo
y aquél de riqueza enorme;
y también he de olvidarme
del que vaga peregrino
en pos de dicha y cariño
por senderos escabrosos
Quiero obtener mi reposo
con mi cantar cristalino

DESPEDIDA
La noche toca a su fin.
Ebrio de vino y pensar;
tristezas sin disipar
sólo me da este festín;
nada alegra el cafetín,
a las almas compungidas
más ahonda las heridas
si así se quiere olvidar
y también acompañar
muchas lágrimas vertidas.

1  Hay diferencia con la cuarteta.

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A mis hermanos campesinos

A mis hermanos campesinos
por René del Cerro, poeta popular de Linares

CUARTETA:

Versearé sobre los campos
cuna de viejos labriegos
a sus problemas me allego
solidario y lo estampo.

GLOSA:

De sufridos campesinos
conozco sus sinsabores,
alegrías, penas, dolores
de obligados inquilinos.
Hoy quiero afinar mis trinos
para alegrar su quebranto
endulzar su amargo llanto
y darles fe en el futuro.
De lo injusto y lo duro
versearé sobre los campos.

Recién asoma el lucero
aquel astro refulgente
dejan la cama caliente
y enfilan a los potreros
y entre balar de terneros,
bueyes que rumian sosiego
empieza allí sin reniego
su larga y dura faena
sembrando trigo y avena
cuna de viejos labriegos.

Se oye el eco retumbante
de su hacha en la montaña
naturaleza huraña
que él domina pujante:
mientras crece la simiente
en campos secos de riego
en hornos y a lento fuego
cuece el carbón de maderos
y entre su falta de apero
a sus problemas me allego.

En los tiempos de la trilla
aquél anhelo rebasa
al poner fe y esperanza
cosechar la semilla
pero el patrón a hurtadillas
saca las cuentas a tiempo
y entre cálculos y atientos
deja sin parte al mediero
a sus quejas yo me adhiero
solidarizo y lo estampo.

DESPEDIDA:

Y termino mis cantares
junto al rumor de los ríos
en Reforma Agraria confio
por las luchas populares,
tierras a quien la laborare
sin jugar al toma y coge
y aunque el rico se enoje
y al pueblo muestre su aversión
tendrá este no ración
sino que propio troje.

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Aniversario patrio

Aniversario patrio
Por René del Cerro, poeta popular de Linares

Septiembre viste de gala
y adórnase de pañuelos
de bandera junto al cielo
y vestidos de percalas;
Todo el color se intercala
en armonioso conjunto
porque Chile todo junto
su aniversario celebra
regia fiesta que se enhebra
a través todo punto.

Flotando queda en el aire
el trinar de mis guitarras
incitadora a la farra
de alegre son y donaire;
sus cuerdas no son desaires
son lamentos armoniosos
como el eco rumoroso
del murmullo de la fuente
y a veces grita la gente
¡Viva el dieciocho glorioso!

Al compás de la vihuela
baila el huaso y el voltario
con su pecho legendario
y el tilín de las espuelas
bailan viejas y chicuelas
en alegres sandungueo
la cueca de sus deseos
expresiva y popular
chicha en cacho del lugar
hay al fin del zapateo.

Empanaditas calientes
ofrece bella ventera
caldo de polla soltera
grita otra los clientes
también ofrecen sonrientes
picarones y bizcochos
El pueblo desea mucho
más, no lo puede comprar.
Nube gris que ha de empañar
el brillo de este 18.

DESPEDIDA:

Al fin de esta alegría
y el rumor de las ramadas,
las mentes algo atrofiadas
recuperan lozanía;
sólo quedan las heridas
de pensar en cruel herencia,
de la pobreza en potencia
y del pueblo el gran sufrir,
mal que habrá de concluir
con la nueva Independencia.

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