Ruidos molestos

Ruidos molestos
por Ricardo González, poeta popular de Viña del Mar

CUARTETA

La Alcaldía lo ordenó
terminar ruidos molestos,
cualquiera que sean éstos
la bulla ya terminó.

GLOSA

Me quedé un día dormido
y me fui sin desayuno,
pitos no tocó ninguno,
pues les está prohibido;
casi me echan despedido,
ignoró qué me salvó,
el jefe que se enojó,
porque no pudo gritar,
callao tendrá que estar
la Alcaldía lo ordenó.

La vieja un gallo mató
porque era muy cantaor,
junto al perro ladraor
hasta al gato liquidó;
al salir me fijé yo
que al tren ya le habían puesto
unas ruedas de repuesto
de goma bien silenciosas
resulta fácil la cosa,
terminar ruidos molestos.

Todo caballo cochero,
debe aquí usar alpargatas
y ajustarán bien las latas
a sus micros los micreros;
ambulancias y bomberos,
que siempre se encuentran prestos
y patrulleros por cierto,
too les tá permitido,
pueden meter bulla y ruido
cualquiera que sean éstos.

Yo uso crep silenciador
o ando a pata pelá,
avión que vuele pacá,
tendrá que ser sin motor;
aquí ya too es mejor,
ya la gente se olvidó
que toito aquí subió
ya hasta la guata vacía
no necesita comía,
la bulla ya terminó.

DESPEDIDA

Por fin, silencio completo,
existe ya en la ciudad,
pa’ construir es verdad,
usan plumas, no concreto;
cuando yo leí el decreto
en un diario que encontré
al tiro yo me callé
y harto me gusta cantar
y cuando me fui a acostar
con todito esto soñé.

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