Pidiendo jubilación porque soy merecedor

Pidiendo jubilación porque soy merecedor
(Petición al Presidente de Chile)
Por José Pino Toro, poeta popular de San Fernando.

N. de la R.; “Soy un hombre de 80 años, sordo y pobre, que no tengo cómo presentarme…”. Así se retrata este poeta en la carta con que nos envía una larga tirada de versos con este título. En ellos invoca sus servicios prestados al gobierno en el pasado, sin que haya recibido hasta ahora ningún beneficio.
Aunque no se atiene a la forma popular de la décima (como se verá, sus estrofas son de 12 versos y la distribución de las rimas no marcha bien) publicamos estos versos, porque se dirigen al final a Su Excelencia formulándole una petición.
A ver cómo le va.

Soy muy buen agricultor
y no tengo ningún vicio,
bueno pa todo servicio,
honrado y trabajador;
soy hombre de profesión
como si juera ingeniero,
soy tejero y ladrillero,
y también soy chacarero,
tejo alambre y molinero,
bueno pa la plantación
por séptimo hijo que tengo
fui compadre con el Lión.

Serví yo más de cinco años
Policía comunal,
en calidá e’ Comandante,
puesto por Guillermo Lyon
serví cargo a seis alcaldes
y de todos fuí estimao
porque me di a respetar,
yo no salí por mi gusto
llegaron Carabineros
y les tuve que entregar
también ahí merecía
me mandaran jubilar.

Este antiguo servidor
que es recuerdo del pasao,
ta pobre y desamparao,
porque bienes que ha obtenío
por peliar con los bandíos
toos me lo han estafado
y el Fisco no ha agradecío
a quien le serví quince años
recibiendo yo gran daño
y aún no me han jubilado.

Harto conmigo ha abusao
y me ha perdío el respeto
hizo un gran puente en lo mío
para pasar pa Codao
lo hizo de cemento armao
ahorrando hartos millones,
pues él me compró el cemento
yo puse el ripio y la arena
puesto ahí al pie de la obra
listo pa hacer el concreto
por eso ahorró millones
pues no lo compró por metros.

De mi cerro sacó piedra
que también ocupó mucha
y allí hizo unas casuchas
para dejar cuidadores
y esos me han pelado el monte
y hasta siembran en mi isla
crían de todo animal,
crían chanchos y gallinas,
sin que nadie los estorbe
y a mí viéndome tan pobre
dijo que me iba a pagar
y no me han dao ni cobre.

Tengo setenta y nueve años
qué tanto más duraré
ruego, General, a Usté,
se conduela de este pobre
que también fué militar
de conducta sin rival
según los certificaos
que mando pa comprobar,
y ahora que es Presidente,
obligue al Fisco tramposo,
que no sea veleidoso
y me mande jubilar.

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