Descripción de un día de verano en el campo

Descripción de un día de verano en el campo
Por Miguel Luis Castañeda, poeta popular de Cogotí

EL ALBA

Ta anunciando la mañana
el lucero vespertino
las aves cantan sus trinos
saltando de rama en rama;
se ve que avanza con calma
un reflejo allá en Oriente,
luz del día prepotente
son los primeros albores
esos tintes en colores
claridad resplandeciente.

Se ve despuntar el sol
en los picachos más altos
y después pega el gran salto
vacia en la tierra su albor;
suelta el rebaño el pastor
y los peones van pasando,
una canción entonando
por el callejón abajo
van camino a su trabajo
donde los están explotando.

EL DIA

Empieza ya un nuevo día
muévese hormiguero humano
accionando pies y manos
batallándole a la vida;
el trabajo nos convida
y el sol nos brinda el calor
y todo hombre agricultor
que hace la tierra fecunda
la riega, en agua la inunda,
produciendo pan y amor.

En esos cálidos días
bajo ese radiante sol
que brinda fértil calor
y hace fecunda la vida;
nuestra dicha enardecida
contempla nuestro trabajo
las espigas hacia abajo
se inclinan con reverencia
como pidiendo clemencia
al que las corta a destajo.

LA TARDE

Cuando el día ya agoniza
entre el bello atardecer
horas gratas de placer
dibujan una sonrisa;
la suavidad de la brisa
y ese clima tan normal
se oye al tordo y al zorzal
cantar trino a la frutita,
los corazones palpitan
a l’hora crepuscular.

Cuando se despide el sol
en los amplios horizontes
alumbra débil los montes
con su brillo de esplendor;
forma dorado arrebol
como imitando la aurora
hermosas y bellas horas
serían un paraíso
llenas de brujos hechizos
sin la miseria que aflora.

LA NOCHE

Tiende la noche su manto
sobre la faz de la tierra
grandes misterios encierra
cosas que causan espanto;
se oye de la rana el canto
y el rezo de los sapitos
grillos que gritan finito
cantan gallos misteriosos
perros que ladran rabiosos
y el que da su último grito.

Sombra quietud y penumbra
tinieblas forman la noche
éstas son como un reproche
pa la luz que todo alumbra;
unos pájaros se encumbran
son las aves agoreras
salen de sus madrigueras
en busca de su alimento
su grito es de triste acento
en las nocturnas esferas.

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