Inflación

Inflación
por René Nóbili L., poeta popular de Santiago.

La cosa está más grave,
la vida se hace más triste,
pues la plata ya no alcanza
ni para un grano de alpiste.

Estamos todos fregados,
no hay qué hacer para el manyato
y pasamos más hambreados,
más hambreados que los gatos.

Impuestos hay por aquí,
impuestos hay por acá,
todos para los suertudos,
y para los pobres ná.

De piezas, no encuentro ni una
donde poder habitar.
Una parcela en la luna
tendré que ir a buscar.

Así escribo yo hoy día
sintiendo muchísima hambre.
Tengo las tripas vacías
y lo mismito que alambre.

Mi cuerpo es puro pellejo,
los huesos se pueden ver.
En las promesas de viejos,
nunca más he de creer.

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No más engaño

No más engaño
Por René Nobili L., poeta popular de Santiago

Ni engaño, ni falsedades,
ni voladores de luces.
Los que no están con el pueblo
son diablos vendiendo cruces

Ni de afuera, ni de adentro
no se permita el azote.
Estamos cuál pluma al viento
de promesas hasta el cogote.

De mamones y arribistas
llegan a la coronilla
y ya de tanto ayunar
se nos cuentan las costillas.

¡Y viva la oposición…!
Votar por otros… ¡Jamás!
Y ya veremos mañana
que el pueblo es quien manda más.

Por eso la muchachada
mañana irá temprano,
en la cívica jornada
a votar por un hermano.

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Dio a luz tres hijos

Dio a luz tres hijos
Por René Nobili, poeta popular de Santiago.

Con la vida tan recara
y trae al mundo tres guaguas
¡se pensará esa señora
que las va a criar con agua…!

Y ya que de agua se trata,
no hablemos de agua tampoco,
porque el agua no es barata
alcanzó ya un precio loco.

Mi señora por diosito,
¿qué mosco la habrá picado..
¡tener un hijo hoy es mucho,
tener tres es gran pecado!

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Aquí nací yo

Aquí nací yo
René Nolili1

Yo nací en San Bernardo
en una tarde serena
entre claveles y nardos
y entre lirios y azucenas.

Mi tierra es la mar de bella
más linda que una estrellita
ni una compará con ella
resulta tan rebonita.

Junto a las vacas y cabras,
junto a las yeguas y ovejas
viejas canciones de cuna
me cantaron a la oreja.

Después mis taitas se fueron
pà allá pa Valparaíso
y sólo se mantenían
con choros, pescá y erizos.

En él recibí instrucción
y a los tres años leía
y dentro del corazón
yo poeta me sentía.

Morir allá yo quisiera
y si Dios me da permiso
moriré en Valparaíso
junto al mar si se pudiera

1  El impreso tiene errata en el autor, como se comprueba con el Buzón de este mismo número, el autor es René Nobill.

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