Lamentos de un minero de El Teniente

Lamentos de un minero de El Teniente
por Carlos Torres, poeta popular de Sewell

El minero de “El Teniente”
trabaja pues con afán
para darle a su familia
el abrigo, techo y pan.

Yo declaro mis tormentos
y la muy poca alegría
que se pasa en “El Teniente”
trabajando día a día.

Son terribles sacrificios
lleno de angustias y dolor,
que pasa el hombre minero
adentro de un socavón.

Escuchen estas palabras
que está diciendo mi boca,
no es cuento que me han contado
ni de experiencia muy poca.

Si por desgracia algún día
se hunde el cerro y lo pilla,
el hombre queda aplastado
lo mismo que sopaipilla.

Y si uno ya es casado
y llega así a perecer,
al yanqui ya no le importa
nuestros hijos ni mujer

Así lo pasa el minero
siempre viviendo amargado,
afuera en una prisión
y adentro sepultado.

No soy hombre tan anciano
pero digo la verdad
que en la mina de “El Teniente”
hay mucha calamidad.

En este duro trabajo
el gringo come-pulmón
lo hace a uno trabajar
sin piedad ni compasión.

Lo tratan como un esclavo
y a veces como animal
y asi el pobre minero
va ganando su jornal.

Bueno amigos lectores
yo no soy un gran coplero,
mas, lo que dicen mis versos
no lo dice un embustero.

Soy un hombre de trabajo
que bien conoce este cerro
y que el gringo explotador
tan sólo me llama obrero.

Ahora ya me despido
con estos versos mi amigo,
no son consejos que digo,
sino la vida ‘el minero.

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