Contra la bomba nuclear

Contra la bomba nuclear
Por Rafael Martínez Navia, poeta popular de Santiago.

Unámonos sin tardar
alcemos todos un grito
contra ese monstruo maldito
que es la bomba nuclear;
combatir hasta triunfar
por la paz no es un delito,
por lo tanto a protestar
pero sin odios ni alarmas
contra el uso de esas armas
con que nos quieren matar.

No hay patriota que no estrile
contra la guerra y su faz.
Todos quieren ver en paz
a nuestro adorado Chile
nadie quiere que se afile
ningún acero mortal.
Contra esa bomba infernal
que achicharra y hace añicos
protestan pobres y ricos:
el repudio es general.

Troquemos el odio inmundo
que se arrastra por la tierra,
no en cariño por la guerra
sino en paz y amor fecundo;
contra ese monstruo iracundo
todos debemos luchar
y también sin descansar
por excluir esa bomba
que asciende como una tromba
cuando la hacen estallar.

La bomba termonuclear
quema, ciega y mata al hombre
esa bomba cuyo nombre
es bonito pronunciar,
envenena, no se asombre
aire, tierra, nieve y mar
y después de reventar
–es muy fácil lo que expongo–
se convierte en dócil hongo
dejando luto y pesar.

Doscientos sesenta mil
murieron en el Japón
cuando el yanqui a traición
se tiró el gran carril
con mano certera y vil
lanzó la bomba mortal
en Nagasaki fatal
y también en Hiroshima.
Como aquí perdí la rima
le pongo punto final.

Volver