Cuatro brindis

Cuatro brindis
Improvisados en el almuerzo de poetas

Estos brindis fueron improvisados  durante el almuerzo que ofreció la Unión de Poetas y Cantores Populares de Chile a sus colegas de provincia. En la medida que el espacio lo permita iremos dando todos los brindis que allí se dijeron por los poetas presentes.
Después de cantar Margot Loyola una canción de amor de la Isla de Pascua, Gregorio Ponce, joven poeta popular de Concepción, se levantó de su asiento y dijo:

Brindo por Margot Loyola
que nos trajo de la isla
aquella canción tan linda
que imita del mar las olas;
y cantan las niñas solas
si andan buscando marido
por la emoción que he sentido
al oír su linda voz
yo brindo por la Margot
si me permite el cumplido.

El poeta popular de Tomé, Jotacé, alzando su copa hizo el siguiente brindis:

Brindo por los santiaguinos
que tan bien se han comportado
su trato tan acertado
tan sincero su cariño;
yo me siento como un niño
mimado por sus mayores
que como a hermanos menores
nos sirven con tanto agrado
para ellos gracias he dado
y las vuelvo a repetir
antes que vaya a partir
y os deje hermanos amados.

Victaliano Novas, el poeta de Conchalí, se puso de pie y brindó así:

Yo brindo por el minero
porque minero yo he sido,
por ese roto sufrid
valiente, noble y sincero;
por ese hermoso lucero
que no ha sido doblegado
ni su fulgor empañado
por enemigo cobarde;
por él pido en esta tarde
aplauso fuerte y cerrado.

Roberto Bugueño, de Viña del Mar, antes de beber, recitó:

Yo brindo a mi linda tierra
a mi patria y su hermosura
en noche clara y oscura
desde mar a cordillera;
al monte y a las praderas
que observa del ave el trino
y le brindo al campesino
a lo largo del terreno
que recorren los chilenos
para forjar su destino.

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El plan de todos los días

El plan de todos los días
por Gregorio Ponce, poeta popular de Concepción

CUARTETA

En la calle no sé cómo
de la casa no sé cuál
se encontrará no sé quién
conversando con Pascual.

GLOSA

“Chitas, que es cara la vida
compadre de mis amores
se pasa una con dolores
buscando cosas perdidas;
no se encuentra la comida,
hace un mes que apenas como
cada vez más pobre somos
que ya todo hemos gastado
y a mi marido han dejado”
en la calle, no sé cómo.

“Así es la cosa Tomasa,
–dice Pascual al instante–,
la vida está peor que antes–,
la felicidad escasa
nos ha dado calabazas;
el gobierno en general
y para colmo de mal
como todo va subiendo
ya me han alzado el arriendo
de la casa no sé cuál”.

Parece que al Ministerio
esto poco le importara
y sus deberes tomara
muy recontra poco en serio;
para todos es misterio
el que no quieran vender
el cobre a quien paga bien
y ofreció comprarlo presto
ayer cuando a cargo de esto
se encontraba no sé quién”.

Y hay que ver qué ganaría
el país vendiendo el cobre
pues sería menos pobre
y adelante marcharía;
y si ya está cerca el día
en que haya que reformar
la agricultura, entregar
la tierra a quien la cultiva”…
así seguía su amiga
conversando con Pascual.

DESPEDIDA

Y no quiero despedirme
de ustedes sin agregar
que todos al opinar
concuerdan y luchan firmes
contra los que a Chile oprimen
negando techo y abrigo
y comprueben lo que digo
viendo lo que se hace a diario
en los pueblos, en los barrios
por vencer al enemigo.

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El techo del proletario

El techo del proletario
Por Gregorio Ponce, poeta popular de Concepción.

CUARTETA

Una mañana de invierno,
lluvia, frío y tempestad
Juan, atravesando el río,
su casa va a fabricar.

GLOSA

Mi tierra me la han robado,
ya no tengo pan ni techo,
por mil caminos estrechos
mis miserias he llevado;
¡Ay¡ que triste es mi pasado,
¿será este camino eterno?
no, un día podremos vernos
mejor, estamos luchando
y el puente va atravesando
una mañana de invierno.

Fui a trabajar a las minas
en la negra oscuridad
fué más grande la maldad
de la codicia asesina;
por una paga mezquina
la roca fui a perforar
ya se alcanza a divisar
la tristeza en la ribera;
humo, cinc, barro, madera
lluvia, frío y tempestad.

Mi silencio estalló un día,
mis hijos y mi mujer
también debían comer
y esto es lo que yo pedía;
más a la cruel Compañía
no le importo el clamor mío
y por este desafío
me arrancó de mi trabajo;
así termina el de abajo
Juan, atravesando el río.

Me vine a Concepción
donde del río en la orilla
ocupa más de una milla
una pobre población;
es la sola solución:
cuatro postes levantar
y un techo para frenar
el agua de los inviernos
y no espere que el gobierno
su casa va a fabricar.

DESPEDIDA

Por fin, después de todo esto,
mucho aprendí de la vida,
me enseñaron las heridas
de este mundo descompuesto;
a continuar yo me apresto
a pesar de los dolores
porque tenemos razones
para luchar y luchar,
ya que esto ha de cambiar
y vendrán días mejores.

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Brindis

Brindis
por Gregorio Ponce, poeta popular de Concepción. (Este brindis fue hecho en una fiesta campestre muy animada por el poeta).

Aquí llega a este lugar
cubierto de mil sabores
y diferentes colores
un poeta popular;
que después de saludar
a todos los asistentes
que están enterrando el diente
en exquisitos manjares
da comienzo a sus cantares
por el vinillo de enfrente.

A propósito de vino
tirenme pacá una copa
para limpiarme la ropa
que se ensució en el camino;
yo como tengo buen tino
no tiro el tejo pasado
y en la mañana al mercado…
María espanta la mosca
que está armando la gran rosca
por un pedazo de asado.

Como les iba diciendo
en la mañana al mercado
me voy y un caldo’ e pescado
el cuerpo va componiendo;
¡el chuico se está saliendo
atájenlo que se arranca,
pónganle al corcho una tranca,
comadre no haga su agosto
que si le hace mal el mosto
yo no la llevo en el anca.

En la fiesta de los pobres
todos ayudan a todos
y puede empinar el codo
aunque no tenga ni cobre;
y si encuentra algo que sobre
sírvaselo con confianza
y así sigue nuestra alianza
y cuando tenemos fríos
todos estamos unidos
por las mismas esperanzas.

DESPEDIDA

En fin para terminar
mi discurso improvisado
y bastante accidentado
yo los invito a brindar
porque juntos conquistar
podamos la independencia
y a no tenerles clemencia
a los yanquis y su dólar
que nuestras riquezas todas
usurpan los sin conciencia.

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¡Hay que dar otro empujón!

¡Hay que dar otro empujón!
por Gregorio Ponce, estudiante de Concepción.

Facundo, un año ha llegado
y el año corriendo va
y muy a la vista está
todo lo que hemos ganado:
el Obrero ha conquistado
la Unidad y su Central,
a los yanquis les fué mal
en Corea y aquí en Chile
todos apoyan y piden
Liberación Nacional.

Esto es para estar contento
para ponerse a cantar
y aquí mismo saludar
con la emoción que ahora siento;
(y tú sabes que no miento)
le quiero dar un abrazo
lo que tengo a este pedazo
del mundo que es nuestro pueblo
a Juan, a José y a Pedro
y a todo el de pan escaso.

Para el que rompe la tierra
las manos en el arado
detrás de su buey cansado
hasta que el día se cierra
y que a la vida se aferra
contra el frío y contra el viento
expreso mi sentimiento,
mi deseo y mi consuelo
para el que trabaja el suelo,
para el campesino hambriento.

Para el que baja a la entraña
de la tierra honda y oscura
abriendo la tosca dura
bajo el mar que a Chile baña;
donde su pulmón extraña
el aire que allí no llega,
para el que todo lo entrega
a la causa proletaria
por sus luchas legendarias
mi mano al minero llega.

Para el que en una caldera
va dejando día a día
un pedazo de su vida
y hoy no es ya lo que ayer era;
para la mujer que espera
que el sueldo de su marido
a sus hijos desnutridos
le alcance para comer,
deseo que pueda ver
el mañana florecido.

DESPEDIDA

En fin, para terminar,
que el año que se avecina
en Inglaterra y en China,
en España y en Dakar
sus manos puedan juntar
todos los hombres del mundo,
así un porvenir fecundo
tranquilos esperaremos,
entretanto cantaremos,
a ver, ¡empieza Facundo!

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Por la paz del mundo

Por la paz del mundo
Por Gregorio Ponce (estudiante)

CUARTETA:

La felicidad se asoma
va saliendo del abismo
la paz y vuelve a vivir
para siempre es su destino.

GLOSA:

Yo quiero que las campanas
del amor las oiga el mundo
y su canto vagabundo
las repúblicas hermanas;
encadene en un mañana
con palomas y palomas
y a la Paz el bello aroma
de su flor hace llegar
y el hombre puede soñar
la felicidad se asoma.

Se asoma por los barrotes
de la cárcel donde yace
por las traiciones que le hace
el verdugo de los galeotes
que da al pueblo los azotes
del hambre y del despotismo
este es el imperialismo
que ya se siente vencido
pues los pueblos oprimidos
va saliendo del abismo.

Empezaremos cantando
las semanas y los días
y las horas de alegría
y el corazón rebozando;
porque ya el trueno rodando
cielo abajo se ha de ir
y el niño no hará gemir
ni la madre y en la tierra
nadie sentirá la guerra:
la paz ya vuelve a vivir.

Ya no habrá más casas grandes
con sus flores voluptuosas
y sólo las blancas rosas
como la nieve en los Andes;
el regalo que le mande
a su novia el campesino
que ya no teme al camino
que ha de seguir, y en su hogar
de la paz podrá gozar
para siempre es su destino.

DESPEDIDA:

Y al terminar me despido
y les invito a cantar
el himno que han de llevar
en el corazón prendido;
adiós a los tiempos idos
no más llantos, vengan risas
tendremos buena camisa,
pan trabajo y libertad
ya sabremos la verdad:
el sueño se realiza.

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