A ellos vaya mi canto

A ellos vaya mi canto
(Por Edmundo Lazo, poeta popular de Valparaíso)

CUARTETA

Patria tú que sufres tanto
dame tu aliento a pesar
hoy no es tiempo de llorar
a ellos vaya mi canto.

GLOSA

No sólo pisan tu frente,
no sólo vendan tus ojos
también quieren los despojos
y los hijos de tu vientre;
el amo bruto insolente
cercado por el espanto
huasca en mano mientras tanto
ordena al criollo traidor
que agrave más tu dolor
Patria tú que sufres tanto.

Hay varias casas vacías,
madres y niños llorando
de los que van relegando
a lluviosas lejanías;
y mientras pasan los días
entre ofender y engañar,
en el vender y el comprar,
esperanzas y opiniones,
como en otras ocasiones
dame tu aliento a pesar

Para José Emilio Mora¹
Para Salvador Medalla
Para Juan Vargas que se halla
sin Baudilio solo ahora;
A Luisa la educadora
y a los demás mi cantar
anunciando el aclarar
de la paz y poesía
que en esta lucha porfía
hoy no es tiempo de llorar

Que agite mi canto el viento
y retumbe en las esquinas,
en fábricas y oficinas
se acreciente el movimiento;
la lucha del pueblo hambriento
tiene belleza y encanto,
también la sangre y el llanto
riegan tu suelo sagrado,
por todos los relegados
a ellos vaya mi canto.

DESPEDIDA:

Al fin el sol solidario
abarca la patria entera
y se une a la clase obrera
defendiendo su salario;
campesino y proletario
son una inmensa muralla
y han de ganar la batalla
con la CUT y el Congreso
así triunfará el progreso
contra el odio y la canalla.

1  El Indio Mora

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Yo también tengo derecho

Yo también tengo derecho
Por Edmundo Lazo, poeta popular de Valparaíso

CUARTETA

Yo también tengo derecho
a pedir y a reclamar,
derecho a tener hogar
y a vivir bajo techo.

GLOSA

Al que manda provisorio,
al que la ley administra,
al que inscribe, al que registra,
y controla el territorio;
y a los que con gran jolgorio
de patriotas sacan pecho,
también al que está en acecho
para lanzar el zarpazo,
quiero decirles de paso,
yo también tengo derecho.

Con lo que entregó mi abuelo,
con lo que mi padre ha dado
pido y no soy propasado
me den un poco de suelo;
para plantar un ciruelo
y arcón donde formar
una familia ejemplar
como Chile se merece,
tengo derecho parece
a pedir y a reclamar.

Cuando O’Higgins lo llamó
mi tatarabuelo fué
y no se olviden de que
él su sangre derramó;
y en esta tierra formó
lo que le pudo dejar
como sagrado lugar
a nuestra bella nación.
Fué su única ambición
derecho a tener hogar.

Y a vivir bajo techo
digo en este pie forzando
que hace tiempo aprovechando
y en un circulito estrecho
poquititos sacan pecho;
como chanchos el afrecho
se lo comen y de hecho
al pueblo que les da vida
le niegan sueldo y comida
y a vivir bajo techo.

DESPEDIDA

Yo por por fin mucho estoy dando
y es poco lo que recibo:
trabajo, canto y escribo
y estoy mis hijos criando;
a mi grande patria amando
jamás ruego ni suplico
no soy fatalista, explico,
aunque miseria me sobra
sé por qué el pueblo está pobre
siendo Chile un país rico.

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Para los dos amadores

Para los dos amadores
Por Edmundo Lazo, poeta popular de Valparaíso

CUARTETA

Han hecho chocar el canto
pallando los Amadores.
Sus ofensas y rencores
ya están produciendo espanto.

GLOSA

Hugo, conozco recién
tu conciencia proletaria.
Sé tu pasión libertaria
al mismo tiempo Rubén;
Digan si está mal o bien,
si entre los dos yo levanto
la dignidad y el encanto
que han caído por el suelo
ya que ustedes en el duelo
han hecho chocar el canto

Tiene el insulto respuesta
y también la sana talla
y siempre una nota falla
hasta en la mejor orquesta.
No siempre gana el que apuesta
y es ley entre los palladores
el afrontar los rigores
de alguna mala intención.
Están en esta ocasión
pallando los Amadores.

Pierde valor la persona
cuando a otra empequeñece.
El odio también florece,
da semilla y no perdona;
Si el verso se desentona,
va perdiendo los valores
cuando los dos contenedores;
teniendo un mismo ideal
se reparten por igual
sus ofensas y rencores.

Busca el agua la pendiente
y por ahí se desliza.
Deja el fuego la ceniza
que del rescoldo es pariente;
El muerto deja al doliente
sometido a luto y llanto
y la vida mientras tanto
sigue su curso serena,
mientras del pueblo las penas
ya están produciendo espanto.

DESPEDIDA

Pide disculpas el cantor
por todo su atrevimiento;
pero siempre seré atento
y seguro servidor,
de Rubén y Hugo Amador,
los dos malos, los dos buenos,
que en los asuntos ajenos
yo me reservo el secreto;
Por fin con todo respeto
probaré si son serenos.

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A un señor de Melipilla

A un señor de Melipilla
Por Edmundo Lazo, poeta popular de Valparaíso

CUARTETA

Un feudal de Melipilla
se las da de intelectual.
Un informe policial
copió en más de una carilla.

GLOSA

El escribir es un arte,
el copiar, una flojera,
el que no tiene mollera
confórmese con un parte;
Si un policía comparte
aquella larga patilla,
verá que muy poco brilla
el literario oropel;
De manchas llenó un papel
un feudal de Melipilla.

Como victrola ortofónica
toca aquel gastado disco,
mi nombre estampa muy prisco
en su guía telefónica;
Su desafinada armónica
gime en una forma igual
y es parecido y casual
su libro con un fichero;
Un aprendiz de hechicero
se las da de intelectual.

A los puetas populares
por varias veces los nombra
y el inquisidor se asombra
por la luz de sus cantares;
Yo comprendo sus pesares,
como su tragedia igual,
porque se acerca el final
y hay que repartir su hacienda.
Redactar le ruego aprenda
un informe policial.

Un latoso patriotismo
como la voz de un falsete,
en la introducción se mete
mezclado con misticismo;
¡Dale con el comunismo!
la gastada muletilla;
Como a la peste alfombrilla,
teme al pueblo organizado;
Así, aquel diablo asustado
copió en más de una carilla.

DESPEDIDA

Y para su archivo al fin
este verso Sergio don
con llave meta al cajón
de Fernández Larraín,
y cuando pase por Buin
hacia su “ranchito” en auto
compre “El Peneca” y el “Fausto”,
el “Okey” y el “Pulgarcito”
y léalos despacito
que así será más incauto.

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El tiempo de las bestias

El tiempo de las bestias
Por Edmundo Lazo, poeta popular de Valparaíso.

El brutal imperialismo
para el Japón derrotar
y sin querer avisar
con criminal salvajismo
a Hiroshima en el abismo
con Nagasaki sumió
la bomba infernal rompió
el crisantemo y la loza
y hasta la risa armoniosa
del niño jamás se oyó.

Más no conforme tampoco,
con crimen tan espantoso
embrutecido y rabioso
en su demencia de loco
en la Nación coreana
con la guerra microbiana
y bombas de gelatina
quemó el agua cristalina
y el alba de las mañanas.

El alba de las mañanas
y el hombre está amenazado,
la de hidrógeno ha inventado
y las víctimas humanas;
hace unas pocas semanas
otra vez son del Japón
por causa de la explosión
la radioactiva ceniza,
pescadores martiriza
en cruel desfiguración.

Muchos sabios encerrados
como reos de un delito,
son criminales, lo grito
y tendrán que ser juzgados;
a pesar que son mandados
son los esclavos conscientes,
con inventos permanentes
que el imperialismo ordena,
preparan muerte en cadena
en los cinco continentes.

Ver al fin del mundo en ruinas
es la siniestra obsesión,
pues en esta dirección
la ciencia negra camina;
ya que todo lo examina
desde el sueño hasta la peste
y hasta la lluvia celeste
de la onda nuclear
con el fin de conservar
el poder más que le cueste.

Pero, en otra parte, sabios
cultivan germen del amor
y alivian así el dolor
y del pasado resabios;
es la ciencia en esos labios
compañera de la vida
y será la que decida
en un próximo futuro,
al aplastar contra el muro
al imperio parricida.

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Sucede

Sucede
Por Edmundo Lazo, poeta popular de Valparaíso

Sucede que sopla el viento,
que escucho un llanto sucede,
y que observando me quede
las lágrimas del sarmiento;
sucede que me arrepiento
hacer una mala acción
sucede que en ocasión
de estar trabajando a trato
me pasa liebre por gato
un rico con su ambición.

Sucede en Valparaíso
entre los cerros y el mar,
que he visto el hambre pasar
y sin pedirme permiso;
a mí me tiene enfermizo
con un dolor en la espalda
sucede que en una falda
sin agua, sin luz, ni muralla
alza mi rancho su talla
en el pasaje Tegualda

Sucede que alzan la leche
que alzan el agua sucede,
que el pobre comer no puede
ni cebolla en escabeche;
que el feudal poco coseche
sucede todos los años
sucede que con engaños
nos apuntan con cañón
y en esta revolución
hay quien gana con sus paños.

Sucede que mi mujer
va a tener otro chiquillo
y serán tres los diablillos
que tendré que mantener;
sucede que pa comer
el salario no me alcanza
sucede que la esperanza
no engorda, pero mantiene,
sucede que me entretiene
un mister con su finanza

Sucede que me despido
contando un grande suceso,
las dos ramas del Congreso
sucede que han defendido,
porque el honor fuera herido
del Poder Legislativo
y en un gesto muy altivo
Don Balta y Don Fernando
el carro fueron parando
al grupo conspirativo.

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El poeta costino

El poeta costino
por Nicasio Ponce.

Enviado por Edmundo Lazo quién tomó la versión de labios de Benito Ponce Abarca, hijo del poeta Nicasio. Presentación en verso por Edmundo Lazo. La despedida de esta composición no la recuerda el hijo. Si hay algún poeta que la conozca puede enviarla para completar la publicación1.

Don Benito Ponce abarca
es mu sabedor poeta
en décimas y cuartetas
pone del genio la marca
y también la historia embarca
con prodigiosa memoria
haciendo recordatoria
de poetas del pasado
estos versos me ha dictado
que son del pasado gloria

Siendo astilla de un buen palo,
hijo de Ponce Nicasio
poeta fué por espacio
de bueno y de tiempo malo;
entre lo tupido y ralo
de ese bosque de poetas
que se lanzaban saetas
allá en el siglo pasado
contó que había llegado
un poeta entre poetas

Que lo llamaban costino
su nombre no se recuerda;
pero al compás de la cuerda
del pájaro daba el trino;
sin importarle un comino
lo que afirmó en su cantar
cuando le tocó pallar
en Santiago de improviso
aquí sin un compromiso
doy paño de su telar.

CUARTETA

Yo soy el pueta costino
vengo del mismo Concón
a bajarles la opinión
a García y Bernardino

GLOSA

Me dirigí al Aconcagua
porque supe que había uno
lo llamaban “El Toruno”;
y por apellido “El Tagua”;
cantar al largo del agua
yo lo hago perder el tino
preséntenme al más ladino
haber si acaso lo arreglo
y entre los puetas del pueblo
yo soy el pueta costino.

Ponderaban en Quillota
a otro más agudo pueta
que no era más que trompeta
que no valía una jota
desde la primera nota
se llenó de confusión
en la primera ocasión
yo venzo al más literato
haciendo mil aparatos
vengo del mismo Concón.

Supe que en la Capital
más de tres o cuatro habían
que sus versos componían
en lengua gramatical
para cortar ese mal
caminé con precisión
de mí tomarán lección
ténganlo por entendido
yo solamente he venido
a bajarles la opinión.

Llegue por la Cañadilla
entré a un teatro popular
y ahí me puse a cantar
con el mejor puetecilla;
lo volví vaca rosilla
y lo hice perder el tino
¿qué les parece este chino
que se chupó un estropajo?
Le falta que hechar abajo
a García y Bernardino.

1  En el número 131, gracias a la ayuda de los lectores se publicó la décima completa.

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Respuesta al diablo Cojuelo

Respuesta al diablo Cojuelo
por Edmundo Lazo, poeta popular de Valparaíso

CUARTETA

El sobretiempo me cansa,
no fué culpable el olvido,
al diablo Cojuelo pido
que perdone la tardanza.

GLOSA

Corriendo en cancha pareja
como viento, la miseria
parece una inmensa feria
de llanto, reclamo y queja;
y el horizonte bosqueja,
ya cercana la esperanza
y se afirma la confianza
en la lucha cotidiana;
de la noche a la mañana
el sobretiempo me cansa.

El sobretiempo me cansa
de contrarresto lo digo
diablito cantar contigo
es para mí una alabanza;
medio a medio en la balanza
tu pensamiento vertido
por el mío es compartido
en el verso y la canción
te digo en esta ocasión
no fué culpable el olvido.

No fué culpable el olvido
y perdona la insistencia
que sobre el té en referencia
sucede  que está escondido:
y a mayor precio vendido,
con un sabor parecido
al negro período hundido
y a la traición continuista,
no le siga al de la plata
al Diablo Cojuelo pido.

Al diablo Cojuelo pido
que aquí me preste atención:
le diré de la inflación
que es tema muy discutido;
que tiene igual parecido
con la tierra sin labranza
que la producción no alcanza
para cubrir el consumo,
mientras multiplico y sumo
que perdone la tardanza.

Que perdone la tardanza
doy al fin contestación,
terminara la inflación
el pueblo con su pujanza;
que tiene gran semejanza
con la lucha del pasado,
Chile será liberado,
no quepa la menor duda
del hambre y miseria cruda
con que lo han matriculado

Con que lo han matriculado
si me da licencia explico,
siendo Chile país rico
parece un feudo atrasado;
la traición lo ha hipotecado
al yanqui cruel y usurario,
de la guerra incendiario
el dólar imperialista
en brutal son de conquista
¡salvajes son y falsarios…!

OFRENDA

Al poetas de Llay-Llay
pirita, con hierro y cobre
y además del mar salobre
ofrezco la fauna que hay :
roble, laurel y quillay
de nuestra selva frondosa
ofrendo la patria hermosa
para trenzar nuestro canto
siga, amigo, mientras tanto…
¡mi voz cansada reposa!

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Edmundo Lazo contesta el desafío de Luis Castañeda

Edmundo Lazo contesta el desafío de Luis Castañeda

CUARTETA:

Al cantor que se me arrima
sin que yo lo haya invitado
lo estiro como entorchado
lo hago gemir como prima.

GLOSA:

Te acepto, Luis Castañeda,
y además yo te autorizo
que preguntes de improviso
que poco tiempo me queda;
mi pensamiento se enreda,
una fecha tengo encima,
pues voy a cambiar de clima
a Rumania he de viajar,
digo tiene que esperar
el cantor que se me arrima.

Si desafía y pregunta
un cantor demuestra ley
que solo no tira el buey
ya que tiene que haber yunta;
quien en principio trasunta
el asunto terminado
despacito y con cuidado
tendrá que andar en la palla,
un pallador me echó talla
sin que yo lo haya invitado.

El que saca a un familiar
sagrado como la abuela
demuestra que se desvela
de noche para versiar;
aquí tendrá que peliar
derecho y bien calculado,
como soy el desafiado
le ruego que no se aflija
apretando las clavijas
lo estiro como entorchado.

Su inteligencia famosa
yo la pondré en la balanza
por si al florecer alcanza
la belleza de la Rosa
o si sólo es vanidosa
como la falsa glutina
aquí estaré en la tarima
tironiando el instrumento
y para que escuche el viento
lo hago gemir como prima.

DESPEDIDA:

Luis Castañeda por fín
tres meses me ausentaré,
pero te contestaré
cuando vuelva del jardín;
aquí veremos el fin
y Chile estará presente
con su riqueza y su gente
en la LIRA POPULAR;
te advierto que pa peliar
Lazo pelea de frente.

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¡Contrapunto!

¡Contrapunto!

Edmundo Lazo, poeta de Valparaíso, responde a Luis Paredes, de San Vicente de Tagua Tagua

CUARTETA

Desde el principio de la historia
yo me propongo empezar,
hoy yo quiero recordar
a tu dormida memoria.

GLOSA

El veintiocho de febrero
del año recién pasado
fuiste por mi contestado
y yo tu respuesta espero
que sirva de señalero
esta va de aclaratoria,
y quiero ver tu oratoria
con los hechos comparada
pues debe ser confrontada
desde el principio de la historia.

Fué mi primer contendor
en la LIRA el gran Salgado
y por él fui desafiado,
cantamos que fué un primor,
y sigo con el honor
que el no pudo contestar,
con esto debo aclarar
tu nublado pensamiento
y con este movimiento
yo me propongo empezar.

Cuando desafió tu primo
haciendo sabias preguntas
yo se las respondí juntas
y le pregunté con rimo;
mas a ti te faltó tino
no quisistes contestar;
si te quería aceptar
por Armando en su reemplazo
pedistes en aquel caso
hoy te quiero recordar.

Así empezó nuestro asunto
en un mes primaveral
y en forma muy fraternal
seguimos el contrapunto;
un buen tiempo los dos juntos
cada cantor con su gloria,
pero hoy veo que es notoria
en ti la falsa arrogancia
y eso impide la constancia
a tu dormida memoria.

DESPEDIDA

Por fin, amigo Paredes
a nadie yo he desafiado
solamente he contestado
los desafíos de ustedes;
y corcoviando en mis redes
hay cuatro cantores juntos
a dos ya di por difuntos
y quedan tú y Castañeda
ganará el que se la pueda
pero ganará por punto.

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